11 años de {ida 🎉

Un año de aprendizajes, adaptación y nuevas miradas

Estrategia digital 7 min. de lectura

Entre nuestro décimo aniversario y este, han pasado más cosas de las que podríamos creer. Cambios en {ida, en la industria y en nuestra “nueva normalidad” nos siguen desafiando a diseñar experiencias con más rigurosidad y de mejor calidad.

Persona con un ciclo alrededor de ella.

Traté de hacer el ejercicio comparativo entre nuestros cumpleaños 10 y 11 y, aunque no lo pareciera, pasaron muchas cosas en un año. Lo principal es que la idea de volver a una cierta normalidad, terminó transformándose en una nueva manera de vivir y trabajar. 

A diferencia del año pasado, en que estábamos entusiasmados con experimentar con nuevos formatos como los Martes son de UX o los {ida Workshop, este año fue más bien de introspección en torno al hacer. 

Hemos seguido creando, innovando y experimentando, pero de una manera más silente. No es porque no queremos mostrar lo que hacemos, más bien se han conjugado la falta de tiempo y una vorágine de cuestiones por hacer que no nos ha permitido tomarnos el tiempo para también compartir en lo que estamos. 

A ratos, pareciera que las pantallas cansan y añoramos vernos en vivo. Pero, también creo que esta virtualidad nos ha puesto en una posición privilegiada y cotidiana, que no estoy segura que veamos tan claramente. El uso permanente de herramientas digitales para hacer UX nos sitúa en un escenario en que creo que nos cuesta ver que no todos estamos en las mismas condiciones. 

¿Se simplificaron los procesos y metodologías?

La digitalización de procesos (que no es lo mismo que la transformación digital) ha significado también nuevas formas de hacer las cosas, pero le ha ido quitando peso al rigor del método. Si bien hemos hablado de esto en otros artículos, sigue siendo una preocupación cuando vemos a diario publicaciones en Slack, Linkedin o Twitter llamando a pares a contestar encuestas u opinar sobre cuál componente de UI se ve mejor. 

Y eso me preocupa. Porque, en medio de un contexto de agilidad y digitalización, pareciera que se han ido simplificando procesos y hemos perdido el objetivo principal de nuestra disciplina: comprender y empatizar con las personas usuarias de los productos o servicios que diseñamos. 

¿Cuál es la importancia que le estamos dando a los métodos? En nuestro caso, y lo hablaba con Max Villegas a propósito de este artículo, el aniversario anterior coincide con el año que nos llevó a adecuar rápidamente nuestra metodología. Si bien fue una situación reactiva, y que resolvimos de manera adecuada, nos dejó como segunda tarea refinar lo que sabíamos hacer de manera presencial para que fuese tan eficiente y relevante en términos de resultados si lo hacíamos virtualmente. 

Nuestros aprendizajes en este ciclo

Una de las cuestiones que nos motiva es ir creando instrumentos y herramientas para el ejercicio de nuestra disciplina que no pierdan de foco que deben ser procesos generadores de conocimiento de los usuarios para mejorar productos y servicios digitales. 

Hemos tenido que adaptarnos, aprender, descartar, equivocarnos y re-crear los instrumentos que utilizamos. Esa adecuación está mediada por lo virtual, procurando cuidar lo simbólico de cada ejercicio de indagación o codiseño que realizamos. 

En 11 años, claramente, somos una consultora distinta. Es más, entre el aniversario 2020 y este es como que somos una empresa nueva, porque nada de lo que hacíamos antes del 18O es igual a lo que hacemos hoy.

No cambiamos nosotros, cambió la industria

Ha pasado mucho en un año, en IDA y en la industria. Los roles se han diversificado y especializado, lo que ha obligado a perfeccionar o desarrollar habilidades para ello. Los procesos de aprendizaje se han vuelto híbridos, entre instancias presenciales y digitales, con grados académicos que parecen equipararse con certificaciones dadas por agencias o plataformas de e-learning.

En ese escenario, la reflexión siguiente que hago es cómo ha evolucionado toda la industria también en el último año. La pandemia y los extensos confinamientos evidenciaron las falencias de muchos servicios digitales. También nos recordaron que la inclusión pasa por cuestiones profundas en torno a cómo diseñamos y entendemos que una Internet a escala humana es pensar en nuestras diferencias. Y es complejo idearlo, porque ahí me encuentro con más preguntas que respuestas sobre nuestro rol.

Hay prácticas y temas que se han vuelto moda, de pronto la accesibilidad vuelve a ser importante, ¿por qué había dejado de serlo? ¿Acaso dejamos de diseñar de manera accesible y ahora que es moda retomamos ese mandato? 

Y en caso del UX Research, de pronto parece que Linkedin y Slack se han vuelto espacio para preguntar a colegas qué decisiones de diseño tomarían. ¿Es que hacer un test de usabilidad con los usuarios finales de tu servicio ya no es alternativa? 

Con áreas de marketing y de tecnología que, en algunos casos, ha ido apropiándose de la UX, con un foco en la eficiencia o el impacto, y no en la experiencia sin fricciones, y así tantos ejemplos que podríamos revisar.

Una nueva oportunidad para adaptarnos

Como decía antes, en ese contexto, surge mi duda ¿Quiénes están velando porque el diseño de experiencia efectivamente lo sea? ¿Cuál es nuestra capacidad real para posicionarnos estratégicamente en las distintas industrias y negocios? ¿Podemos superar la moda o el commodity que ha reducido al hacer UX a diseñar los banners y textos de un flujo de interacción? ¿Dónde queda la dimensión ética de nuestra labor?

Quizás, estamos en un momento cúlmine del ejercicio de la disciplina como la conocíamos. Debemos ser versátiles y adaptarnos a una digitalización que ha permeado todos los espacios, pero sin perder de vista el foco de nuestro quehacer. 

Hay una frase de Don Norman que siempre uso en mis clases y me gusta mucho. “La experiencia de usuario incluye todo: es el cómo experimentas el mundo, el cómo experimentas tu vida, el cómo experimentas el servicio —o bien, una aplicación o sistema computacional — pero es un sistema que es todo”.

¿Cuánto estamos traspasando el mal de hacer interfaces hacia efectivamente crear experiencias donde las disciplinas de la UX convergen y son capaces de cambiar la vida de las personas? Ojalá en nuestro próximo aniversario hayamos encontrado la respuesta.   

Acerca del Autor

Andrea Zamora - Directora General

Directora General

Lidero el trabajo de una de las consultoras en diseño de experiencia más importantes de Chile. Con nuestro equipo entendemos cómo comunicar y posicionar productos y servicios, generando experiencias deseables en los usuarios finales. Nos desafía que logren pasar de la conversación a la conversión, a través del diálogo de las marcas e instituciones, con los usuarios que las consumen y requieren.

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