Espacios virtuales y UX

UX y el Metaverso: nuevos desafíos para la industria

Durante años el ser humano ha intentado derribar la barrera del tiempo y el espacio, casi como cumpliendo un credo acerca de planos terrenales pero llevándolos a un lugar mucho más cercano, y tomando en cuenta la existencia actual de cada uno de nosotros. Desde esta perspectiva nace el concepto del Metaverso.

La virtualidad ofrecida dentro del mundo de la tecnología no ha logrado ser lo suficientemente explotada como en un principio se creyó, pero puede que esta no sea una idea demasiado lejana luego de el anuncio del pasado octubre de 2021 hecho por nada más ni nada menos que Mark Zuckerberg.

¿Qué es el Metaverso?

En octubre pasado, Zuckerberg realizó un evento virtual en donde dio a conocer la nueva cara de Facebook y todas sus aplicaciones y plataformas subyacentes. El nombre elegido para esta nueva era sería el de Meta. 

Un logo similar al símbolo del infinito acompañó dicho anuncio, en donde además de intentar retraerse de las controversias del último tiempo como mensajes de odio o la desinformación mediante fake news, esta nueva fuerza digital pretende a su vez unificar los distintos submundos creados dentro de las redes sociales en un solo y gran universo denominado Metaverso -o Metaverse en inglés-.

Más allá de lo físico

El Metaverso presentado plantea dos grandes y recurrentes ideas dentro de esta nueva era digital: realidad virtual y una segunda vida digital. Durante años este ha sido uno de los grandes sueños de la industria. Aquí nuestra vida virtual juega (si es que ya no lo hace) un rol tan importante como lo es nuestra propia realidad física. A partir de esta idea, todas las interacciones realizadas en ambientes de amigos/seguidores también podrían ser ejecutadas en este nuevo mundo virtual. ¡Wow! ¿no?

Si bien, de cierto modo algunos elementos de un Metaverso ya son visibles en plataformas, su uso sigue siendo rudimentario y casi por mera casualidad. Videojuegos como Fortnite o el mismísimo Second Life poseen las características de un mundo en donde las interacciones se realizan mediante avatares y utilizando la moneda local (la que podría llegar a ser criptomoneda). Aunque, todo esto parece ser tan solo pasos de bebé, en cuánto a crear un mundo virtual.

Es innegable que la viabilidad del Metaverso no puede ser desconocida, posicionándose como una utopía que va tomando forma a medida que pasan los años. Sin embargo, su aplicación requiere que una serie de barreras tecnológicas sean derribadas. Lo anterior, pone a su vez en jaque cuestionamientos mucho más éticos para su construcción.

Nuevos paradigmas

Dicha viabilidad debe ser vista dentro del diseño de experiencias como una posible puerta por la cual podemos ser parte, si es que así se desea, y utilizando nuestros propios cuestionamientos e inquietudes sobre el mismo. Todo esto, puede ser una vía que plantea nuevas inquietudes y por lo mismo, debemos prestarles una especial atención. Algunos elementos que debemos considerar son:

Escenarios:

Así como migramos hacia una plataforma, también debe hacerlo nuestro lenguaje. En lugar de el uso de “páginas” nos enfrentaremos a escenarios e intentando llevar a estos, referencias del mundo real. 

La transición de elementos materiales será hacia elementos virtuales. Es así como haremos que los usuarios se sientan familiarizados con lugares abstractos, tal como se hace hoy en día. Por esto, es importante poner especial énfasis en no desorientarlos y evitar el uso excesivo de elementos visuales. 

No olvidar que la relación que genera una persona dentro de su entorno permite reducir la carga cognitiva ayudando a resolver cuestionamientos tales como orientación, expectativa y sensaciones que se buscan de un producto.

Localización:

Dado que se migrará hacia el uso de escenarios, necesitaremos entender que el usuario ya no estará frente a una interfaz. Más bien, estará dentro de nuestra solución. El diseño de experiencias necesitará diseñar ambientes y secuencias, similar a una arquitectura o diseño de niveles como se hace en la industria de videojuegos.

Mecanización:

La estabilidad y predictibilidad que otorguemos a nuestras futuras plataformas es vital. Por este motivo, el rol que juegue el diseñador de experiencias en su construcción debe enfocarse a interrogantes nunca antes vidas desde este punto. Estabilidad, gravedad, reflectabilidad y otros fenómenos propios de nuestra cotidianidad y a los cuales nos tendremos que enfrentar.

Acciones:

Uno de los elementos que sin duda serán una de las mayores pruebas dentro de este nuevo mundo. Ejecutar cualquier tipo de acción será algo totalmente nuevo; sobre todo, si nunca las hemos experimentado dentro de nuestros círculos y en las plataformas actuales.

La comunicación a través de audio resulta casi inherente, pero ¿qué sucederá al querer compartir archivos multimedia con el resto? o ¿cómo nos aseguramos que dichos archivos puedan ser vistos solo por quienes deseamos y no por el resto?

Subjetividad:

Quizás el tema más importante dentro del nuevo Metaverso será la construcción y creación de identidad de cada persona. La creación de una identidad propia resulta inherente en el mundo actual, donde el Metaverso permitirá a su vez la creación de espacios e incluso temáticas propias si nos ponemos creativos. 

A su vez, tal como lo debería hacer cada persona, las soluciones o productos deben generar también dichos espacios, simulando aquellos que en un mundo pre-pandémicos solíamos visitar de manera recurrente dentro del mundo material. Siendo estos dos mundos opuestos de identidad, la manera en que las personas serán capaces de comunicarse y otro la manera en que dichos usuarios se familiaricen con un entorno virtual.

La visión desde el diseño de experiencias

La virtualización de los espacios existentes nos plantea todo un mundo aún por explorar, pero que a todas luces seremos capaces de relacionar con acciones cotidianas dentro de nuestro mundo bidimensional en el cual nos desenvolvemos día a día. 

Como diseñadores de experiencias, la complejidad se multiplica y nos obliga a adaptarnos y plantearnos nuevos cuestionamientos sociales, éticos y legales. Debemos tener en cuenta estas nuevas responsabilidades que afrontaremos como sociedad habitando un mundo hasta ahora desconocido, donde nuestros usuarios podrían dejar de visitar nuestras interfaces para formar parte de la misma siendo ellos los principales pilares sobre los que asentar este nuevo Metaverso.