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Crisis climática y tecnocapitalismo: cómo arreglamos el mundo desde el diseño

Diseño de servicios 8 min. de lectura

Quienes diseñamos experiencias tenemos el compromiso de crear un mundo mejor, pero ¿qué camino es el correcto para hacerlo? y ¿es realmente la tecnología nuestra principal aliada?

Hace unos meses, Don Norman lanzó su libro “Design for a Better World”. En este se explora cómo el diseño puede abordar los desafíos más urgentes de nuestro mundo, desde la crisis climática y la pobreza hasta la salud y el bienestar. Además, las temáticas abordadas son la importancia del diseño de sistemas sostenibles, un enfoque más holístico del diseño de productos y servicios, la accesibilidad y la inclusión en el diseño y cómo puede mejorar la salud y el bienestar de las personas.

Portada de Design for a Better World, libro de Don Norman

Fuente: MiT Press

Sin embargo, Norman ha sido criticado por su enfoque tecnocapitalista en el diseño, teniendo una falta de consideración por las implicaciones sociales y ambientales. Según un artículo de Fast Company titulado “The Problem with Don Norman” (2023), el autor argumenta que Norman ha tendido a favorecer soluciones basadas en la tecnología y la innovación, sin tener en cuenta el contexto cultural y social en el que se aplican.

Ahora bien, las luces están con Norman, quien es uno de los padres del Diseño Centrado en el Usuario (DCU), teniendo el mérito suficiente para plantear estas temáticas. Aunque, quizás no el único enfoque posible para abordar la responsabilidad de los diseñadores en la creación de un mundo mejor.

Nuevos enfoques para enfrentar la crisis climática

En 2018, Anab Jain dio una charla en Interaction Lyon titulada “More-Than-Human Centred Design”. Inspirándose en el trabajo de personalidades como Donna Haraway, Anne Galloway, Alex Taylor, Keller Easterling, la autora desafió el antropocentrismo y el enfoque del diseño centrado en el ser humano.

Su aporte se centra en explorar una perspectiva más allá de la humana y centrarse en múltiples especies. Ya sea que se trate de otras especies biológicas, máquinas no humanas o ecología profunda. 

Más recientemente, en Interaction 23, Brenda Laurel dio un discurso de apertura sobre cómo “Diseñar interacciones con la Tierra”. Aquí se entregaron ejemplos de la intersección del conocimiento ecológico tradicional y las últimas tecnologías. Laurel propone que los diseñadores pueden abordar problemas como la hambruna, la contaminación, la destrucción del hábitat y la extinción de especies de manera innovadora y prometedora.

Sin embargo, esta charla no es algo nuevo para Laurel. En 2011 propuso en un artículo llamado “Gaian IxD” un enfoque “gaiano” para el IxD basado en la teoría de Gaia de James Lovelock. Este enfoque implica diseñar sistemas interactivos que se integren armoniosamente con los procesos naturales de la Tierra y promuevan la sostenibilidad y el bienestar a largo plazo.

Donna Haraway plantea algo similar en “Staying with the Trouble: Making Kin in the Chthulucene” (2016). Aquí evita llamar a nuestra época actual el Antropoceno y en cambio propone el término “Chthuluceno”. Este término reconoce la interconexión de todas las formas de vida y promueve una responsabilidad compartida y un compromiso con la construcción de futuros sostenibles para todos los seres vivos. 

Aprender a seguir con el problema de vivir y morir juntos en una tierra herida favorecerá un tipo de pensamiento que otorgará los medios para construir futuros más vivibles.

La importancia de plantearlo desde el sur global

Carlos De Mattos define el “sur global” como una categoría que va más allá de una mera localización geográfica. Esta se refiere a una posición subordinada y dependiente en la estructura mundial del poder económico, político y cultural (“norte global”). Es decir, no solo se trata de una posición geográfica al sur del planeta, sino de una posición de subordinación y marginalidad en relación con los países y regiones más desarrollados y poderosos.

Desde ese contexto se ha vuelto importante la idea de escribir desde el sur global. La geografía crítica ha sido un ejemplo de aquello, y De Mattos uno de sus exponentes en esta parte del mundo. ¿Pero qué pasa con los contenidos referentes a tecnología? Si bien se genera contenido, no siempre existe la plataforma o tribuna para posicionar las temáticas que se discuten lejos del “norte global”.

Cuestionando la solución digital para la crisis climática

Hace tan sólo unos días Paz Peña, lanzó su libro “Tecnologías para un planeta en llamas”, donde cuestiona que la digitalización sea la respuesta para frenar el problema medioambiental. 

Portada de "Tecnologías para un planeta en llamas", libro escrito por Paz Peña Ochoa.

Fuente: Paidós

Como lo plantea en conversación con El Mostrador “este discurso, como reviso en el libro, es engañoso. Oculta los diversos efectos socioambientales de las tecnologías digitales en todo su ciclo de vida, desde la explotación de minerales, el agua, la energía que necesita, la basura tóxica que produce”.

También, menciona que “no toda digitalización brinda siempre eficiencia energética, más aún, puede propiciar un efecto contrario, el de rebote”.

En plena crisis climática, nos preguntamos qué nos deparará el futuro y qué tipo de mundo dejaremos a las próximas generaciones. De alguna manera en el discurso “oficial” se ha instalado la idea de que la tecnología tiene efectos ambientales menores –si es que los tiene– y que toda digitalización es buena para hacer eficiente el uso de energía y, por ende, para disminuir o derechamente evitar la emisión de gases invernadero por ejemplo. 

En el libro, se menciona a manera de introducción, las problemáticas que nos han llevado a los cuestionamientos de hoy en día sobre el uso de recursos, el cuidado del medio ambiente, los ciclos de vida económicos y las políticas públicas. 

Sin ser un libro que plantee soluciones, menciona la autora, es un texto que como ella misma menciona en clave “Donna Haraway” (y su libro “Seguir con el problema”) los problemas provocados por el tecnocapitalismo están ahí, es necesario entenderlos para actuar con ellos sin caer en la ingenuidad de tener que erradicarlos, sino que diseñar un “mundo mejor” con ellos presentes.

Un mundo mejor

Los libros “Design for a Better World” de Norman y “Tecnologías para un planeta en llamas” de Peña abordan temas relevantes para el mundo actual. Proponen que hay que crear soluciones o al menos abordar las problemáticas para mejorar la calidad de vida de las personas y el medio ambiente. 

Ambos textos tienen en común el enfoque en la responsabilidad social de los diseñadores y las tecnologías, considerando el impacto que pueden tener en la sociedad y el planeta. En el caso de “Design for a Better World”, Norman propone que el diseño tenga un enfoque en la UX y la satisfacción de necesidades reales; en “Tecnologías para un planeta en llamas”, Paz plantea la necesidad de adoptar tecnologías más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. 

Finalmente, ambas obras nos hacen reflexionar sobre la importancia de considerar el impacto social y ambiental de nuestras acciones y decisiones; al mismo tiempo que, nos ofrecen herramientas y enfoques para crear soluciones más responsables y sostenibles para el enfrentar la crisis climática.

Referencias

Design for a Better World – Don Norman

Investigadora advierte sobre costo ecológico de la digitalización: “esta no es una crisis tecnológica, sino política” – El Mostrador

More-Than-Human Centred Design 

Seguir con el problema, Generar parentesco en el chthuluceno – Donna J. Haraway

Tecnologías para un planeta en llamas – Paz Peña

The problem with Don Norman – Fast Company 

Acerca del Autor

Rodrigo Vera - Director Experiencias de Usuario

Director UX

Diseñador Gráfico especializado en Diseño UX con el interés de desarrollar experiencias memorables en la interacción de las personas con productos y servicios. Me intereso en el diseño de interacción más allá de la plataforma digital y de cómo puede proporcionar mejores experiencias en espacios públicos y hacer cambios reales en las vidas de las personas.

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