Metodologías UX

¿Cómo diseñar soluciones junto a nuestros usuarios?

Consejo útil 10 min. de lectura

Para alcanzar el éxito en nuestros proyectos debemos trabajar a la par de lo que desean nuestros usuarios, pero ¿Cómo logramos esta misión? La solución puede estar en los talleres de diseño participativo o co-diseño, y aquí te contamos la fórmula para que los lleves a cabo de la mejor manera.

Ideación de soluciones a través de metodologías centradas en el diseño colaborativo.

Dentro de las metodologías del Diseño Centrado en el Usuario (DCU), la participación activa de las partes interesadas resulta indispensable para alcanzar los objetivos planteados de cada proyecto. En este sentido, los procesos de diseño participativo o co-diseño, son instancias realmente útiles que nos ayudarán a idear soluciones a la par de los usuarios de un producto o servicio.

Además, nos ofrecen una serie de beneficios, entre los cuales encontramos:

  • Permiten evitar sesgos impuestos tanto por la parte mandante como del mismo equipo de diseño. De esta forma, los resultados y soluciones obtenidos serán lo más fiables posibles y pertinentes a las necesidades de los usuarios.
  • Hacen que las personas se sientan parte de la solución, lo que nos va indicando el camino que debemos seguir para alcanzar nuestros objetivos.
  • Su objetivo se centra en generar una gran cantidad de ideas desde distintos puntos de vista.

Planificar, planificar y planificar

Quizás esto sea más importante que el taller mismo. Es sumamente relevante darse el tiempo para pensar en los objetivos del taller y diseñar la pauta con cada uno de los momentos que lo componen. 

Esta pauta debe contemplar todo lo necesario, ya que ella se convertirá en nuestra fuente de la verdad a la hora de comenzar el taller. Desde aquí consultaremos los momentos más importantes, destinar tareas específicas, calcular los tiempos de cada ejercicio, etc.

Algunos de los ítems que debiese tener esta pauta son:

Objetivos del taller

¿Qué queremos lograr? Es la primera pregunta que debemos plantearnos antes de comenzar a diseñar el taller. Acá debemos pensar en los outputs que necesitamos obtener de los participantes. De esta forma, podemos comenzar a elaborar las actividades orientadas en la obtención de esos resultados.

Definir los momento del taller

Es importante declarar cada etapa desde la bienvenida hasta el cierre de la sesión. Mientras más rigurosos seamos planeando estos momentos podremos tener más control sobre la ejecución en sí. Esto nos dará la flexibilidad de adaptar el taller, en caso de que exista un inconveniente en su realización

Calcular los tiempos

Tener cada momento cronometrado nos permitirá saber si nos estamos excediendo del tiempo previsto o si nos estamos apresurando. La duración de cada taller depende de los objetivos de este, aunque lo normal es que duren alrededor de 2 horas. Ahora, sí este taller involucra muchas personas o varias secciones, lo ideal es separar el taller en bloques con breaks esporádicos. Con esto podemos dar un descanso a los participantes para que estén listos y preparados para el siguiente bloque.

Elegir a los participantes

Seleccionar a las personas que asistirán al taller es una tarea tan importante como todo lo anterior, ya que de esto depende la calidad de los resultados y las soluciones que se obtendrán al final.

Para elegirlos debemos enfocarnos en las características que estas personas comparten, ya que eso le dará sustento a la credibilidad de los patrones que podamos ir construyendo a lo largo del ejercicio.

Es recomendable invitar a los usuarios con un tiempo de anticipación holgado, ya que si alguno no pudiese asistir, podemos reemplazar a esa persona con otra que cumpla con los criterios de selección. Esta invitación debe venir acompañada con la información necesaria que deben saber para el día del taller. 

Preparar el lienzo o el material

Parte fundamental de los talleres es disponer de materiales que faciliten la actividad. Lo más común es usar post-it o notas adhesivas, ya que permiten a los participantes sintetizar ideas en pocas palabras; mientras que, a los facilitadores les ayudan a ordenar los resultados de forma más rápida.

Junto a las notas adhesivas, podemos diseñar lienzos específicos para los ejercicios de modo que estos sean una ayuda para guiar el ejercicio a través de instrucciones, bloques, imágenes o lo que sea necesario para el buen desempeño del taller.

Esta tarea es similar a ordenar la mesa antes de almorzar, donde cada elemento está previamente dispuesto para que al momento de comer, todo ocurra de la forma más fluida posible y se sienta de manera natural. 

Etapas mínimas para realizar un buen taller

Ahora bien, debemos definir la pauta que hará de tu taller algo único y que nos ayudará a alcanzar los resultados y soluciones esperadas. Pon atención a:

Bienvenida e Introducción

Este espacio introductorio es necesario para que las personas invitadas entiendan el contexto de este taller y porque las necesitamos.

Presentación de objetivos del taller

Alinear a los participantes es clave para tener buenos resultados. Es necesario que todos participen con el mismo objetivo en mente. De esta forma nos aseguramos de obtener respuestas con pertinencia y no ideas irrelevantes.

El infaltable “Icebreaker”

Esta dinámica sirve como una transición para los ejercicios que vendrán más adelante. No es completamente necesaria, pero ayuda a que las personas se sientan un poco más en confianza. 

Este ejercicio suele ser más distendido, sobre temas un poco más superfluos. Depende de la planificación si esta instancia busca obtener algún tipo de resultado o si solo sirve para generar un espacio lúdico.

Ejercicios de ideación

La parte más importante de los talleres. Estos ejercicios buscan que las personas puedan aportar sus ideas o sus visiones con respecto a preguntas o instrucciones relacionadas con el objetivo del taller.

La cantidad de ejercicios depende netamente de las decisiones que se tomen en la planificación. Pueden ser ejercicios individuales o formar grupos. Si disponemos de bastante tiempo también podemos hacer ejercicios mixtos donde en una etapa se trabaja de forma individual y en otra etapa en grupos previamente definidos. 

Presentación de resultados

Al finalizar cada ejercicio los participantes deben tener el espacio para compartir y contar lo que hicieron. Si el ejercicio fue fácil o difícil, les gustó o no les gustó, qué escribió cada uno. Estas son algunas de las preguntas que el facilitador debe plantear para generar conversación. 

Este momento es clave para indagar en aquellas respuestas o ideas que creemos pueden ser de mucha utilidad para los objetivos del taller y que nos permitirán llegar a las soluciones deseadas. Preguntar si alguien piensa lo mismo que alguna idea planteada nos ayudará rápidamente a saber si debemos considerarla o derechamente descartarla.

Consensos

Al finalizar el taller y ya teniendo una gran cantidad de ideas, es hora de hacer que los participantes puedan priorizarlas según un criterio previamente definido. Para esto podemos usar distintos métodos, ya sea a través de una votación donde cada participantes tiene una cantidad de votos; también, podemos agrupar las distintas nociones en grupos con otras que hablen de lo mismo. 

Del mismo modo, podemos ordenar las ideas en una matriz de priorización donde los ejes verticales, sean el valor para los usuarios; mientras que , los horizontales, el valor para la empresa u algún otro indicador más pertinente a los objetivos.

El momento de la verdad

Ahora que hemos definido nuestra pauta es hora de ponerla a prueba. Para esto, es importante que todo esté listo antes de iniciar el taller. Antes de todo, podemos reunirnos con nuestros equipos para asegurarnos que los materiales estén en su lugar, repasar la pauta o asegurarnos de tener listos los programas o instrumentos de grabación en caso de ser necesarios, ya que debemos asegurarnos de mantener la menor cantidad de distracciones mientras ocurre el taller.

Algunos puntos importantes a considerar durante el taller son:

  • Los imprevistos siempre ocurrirán y hay que estar listos para ellos. Haber preparado rigurosamente la pauta no permitirá ser más flexibles al momento de tener infortunios durante el taller. Hay que ser flexibles con la pauta.
  • Los facilitadores deben generar un espacio seguro y respetuoso para que los participantes se sientan cómodos. Además, con esto tendrán la confianza suficiente para aportar sus ideas sin sentirse juzgados.
  • Para un mejor manejo del tiempo hay que dar instrucciones específicas y preguntar si fuimos claros al momento de darlas. De esta forma nos aseguramos de que las personas puedan realizar la actividad con mayor exactitud.

Encontrando las soluciones correctas

Instancias para desarrollar ideas con usuarios pueden haber de múltiples formatos y para distintos propósitos. Ya sea para definir objetivos, un ejercicio de card sorting abierto, o para levantar soluciones que den respuesta a una problemática. Sin embargo, sus pautas no varían mucho entre ellas ya que siguen la misma estructura de dar espacio para que las personas divergen en opiniones e ideas para luego converger en soluciones más pertinentes.

Como toda herramienta, estos talleres deben ser sometidos a evaluación para poder identificar lo que salió bien y lo que pudo salir mejor. De esta forma podemos mejorar la herramienta para poder ser replicada en caso de encontrarse posteriormente en un proceso similar.

Acerca del Autor

Luciano Cimino - Diseñador UI

La comunicación visual es un elemento clave a la hora de generar empatía. Por eso mi trabajo busca que los usuarios puedan identificarse con los servicios digitales mediante la creación de un lenguaje gráfico específico, logrando un diálogo entre lo funcional y lo emocional; para así conseguir buenas experiencias.

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