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Primeros pasos para tu estrategia de contenidos en LinkedIn

Los tiempos están cambiando para LinkedIn. Tras 14 años de vida, ha logrado evolucionar de ser un “repositorio de curriculum vitae” a el espacio más prominente de networking online. Se ha construido como una red con una identidad, comunidad y funcionalidad propia. Esto nos obliga a definir una estrategia específica para sus cualidades.

¿Cómo se diferencia LinkedIn

El eje central de LinkedIn siempre será el mundo laboral. Esto queda claro en la presencia de funcionalidades similares a las de un CV, pero también se puede distinguir en el lenguaje y los términos que se utilizan.

En LinkedIn se habla de “redes”, “recomendaciones” y “validaciones”, lo que necesariamente implica una dinámica distinta a la de los “amigos” y los “me encanta” de Facebook. LinkedIn no es una oficina virtual, pero los códigos son similares.

Debemos tener en consideración estas características del espacio en que desarrollaremos nuestro plan. Más aún si es que ya manejamos otros perfiles en redes sociales. De igual forma que en Facebook se potencia la interacción y en Twitter lo noticioso, LinkedIn potencia lo “recomendable”.

¿Quiénes “recomiendan”?

Desde el blog de Sendible identifican a 3 tipos de audiencias que podemos cultivar en LinkedIn:

  1. Profesionales en general
  2. Profesionales en tu industria
  3. Potenciales clientes

Nuestra audiencia probablemente estará concentrada en la segunda categoría, pero no debemos desmerecer la potencial viralidad que podría alcanzar el contenido orientado a la primera categoría. Menos aún, debemos ignorar el impacto tangible que puede generar una estrategia orientada a potenciales clientes, pero debemos recordar que estos probablemente sean un porcentaje mucho menor de nuestra audiencia en un primer lugar.

¿Qué queremos conseguir?

Tras comprender quiénes son los usuarios de esta red, debemos definir objetivos acorde a su actividad en la plataforma. Para esto resulta útil seguir la metodología FOP.

Estos objetivos deberán ir también orientados con alguna de las audiencias a las que queremos alcanzar. Algunos ejemplos:

¿Desde dónde se plantea nuestro contenido?

Podemos aplicar ciertos principios del inbound marketing como, por ejemplo, no promocionar directamente nuestro producto, marca o servicio, sino que explicar las ventajas y características que posee. Un usuario de LinkedIn no compartirá un post que perciba como “publicidad”, pero sí quizás uno que le permita aprender nuevas capacidades o compartir conocimientos ya adquiridos.

En cuanto a los temas a tratar, debemos empezar por darnos cuenta de qué contenidos no tienen cabida. Actualizaciones que escapen al mundo laboral o que toquen cuestiones demasiado triviales no deberían ir en esta red.

Nuestro contenido debe partir desde la comprensión del uso de los usuarios de esta red. Un usuario de LinkedIn no se presenta ante sus amigos y familiares, se presenta ante el mundo laboral, expone sus experiencias y sus intereses desde lo profesional. Nuestros contenidos deben abarcar esas experiencias e intereses.

La utilidad de nuestro contenido para los fines de la organización deben dialogar con los objetivos de los usuarios al entrar a la plataforma, siendo aquello que ellos y ellas esperan encontrarse y que finalmente los llevará a lograr aquello que que queremos conseguir.