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El mal negocio de Elon Musk: la compra de Twitter

Marketing Digital 5 min. de lectura

En los últimos años, el magnate sudafricano ha tenido grandes aciertos comerciales, como SpaceX o incluso Tesla. La compra de Twitter parece estar lejos de ser una buena idea.

El mal negocio de Elon Musk_ la compra de Twitter

La reciente compra de Twitter parece no dejar a nadie indiferente. Estemos o no de acuerdo con la figura de Elon Musk.

Dicen que para ganar dinero, hay que gastar dinero; y si lo pensamos bien hasta hace sentido. En el mundo de los negocios es importante saber invertir para tener buenos retornos.

Es así como muchos de los superricos o multimillonarios han logrado multiplicar sus patrimonios, comprando activos y empresas que van a la baja, para hacerlas crecer y aumentar sus ganancias.

Sin embargo, y más allá de los reparos morales o éticos que podamos tener ante estos magnates y su modus operandi, no siempre funciona este modelo. Y al parecer es lo que está pasando con Elon Musk y la compra de Twitter.

La obsesión de Elon Musk con Twitter

No es un misterio que Elon Musk es un usuario activo en las redes sociales, en especial de Twitter, donde es posible ver cómo día a día va compartiendo ideas o comentarios de cualquier tema. Negocios, tecnología, política y memes, todo es cancha para él.

Y así como empezó a comprar una parte de las acciones a principios del 2022, sus deseos de hacer “un mejor Twitter” lo llevaron a desembolsar 44 billones de dólares. Cabe destacar que esta transacción, como todo lo que hace Musk, no quedó exenta de polémicas.

… pero nada hacía presagiar…

En el papel, Elon Musk compró una de las empresas tecnológicas más influyentes del último tiempo. Sin embargo, Twitter no está pasando por un buen momento económico; por lo que volverse solvente es claramente una prioridad para su nuevo dueño.

Musk ya tenía conocimiento de los problemas de Twitter, tanto en su funcionamiento interno como en términos de cifras de usuarios activos; un dato no menor, considerando que buena parte de los ingresos de la plataforma provienen de los avisos publicitarios que se venden.

Este problema de las cuentas de bots o de usuarios inactivos, ha sido uno de los principales dolores de cabeza que ha tenido que enfrentar la nueva administración; ya que muchos avisadores han optado por retirarse de la plataforma; dejando de invertir.

Por otro lado, y desde un punto de vista más organizacional, Musk tampoco ha logrado empezar su gestión con el pie derecho.

Despidos masivos, rumores y reincorporaciones

La industria tecnológica, a nivel mundial, ha enfrentado una oleada de despidos masivos producto del escenario económico en post pandemia y de actual recesión en el que nos encontramos.

Cuando se confirmó la adquisición de Musk, en Twitter comenzaron a circular los rumores de que se desvincularía a más del 50% de los trabajadores de la empresa; algo que fue desmentido de manera poco convincente.

Sin embargo, cuando llegó el sudafricano a hacerse cargo de la empresa, las profecías se cumplieron. Desvinculando a más de la mitad de los trabajadores debido a que necesitan que la empresa reduzca sus costos para ser rentable.

Y si bien eso puede parecer convincente, el problema -y la torpeza- de Musk, llevó a desvincular puestos de trabajo estratégicos; por lo que comenzaron a contactar a algunos trabajadores desvinculados para gestionar sus reincorporaciones. Esto también por las denuncias puestas en contra de la empresa, ya que todo se realizó de manera poco convencional y falta de tacto, además de ilegal.

“Ahora la comedia es legal”

Cuando Musk oficializó la compra de Twitter, anunció varias medidas que comenzaron a encender las alarmas dentro de la comunidad.

Partiendo por el desbloqueo de cuentas de usuarios polémicos, cosa que sus asesores han tenido que frenar, Musk además afirmó que estaba “en contra de la censura” dentro de la plataforma, por lo que conformaría un panel de moderación de contenidos, para velar por una mirada amplia y libre de sesgos sobre los contenidos dentro de la red.

Pero también surgieron contradicciones. Tras la compra Musk publicó en su Twitter que ahora la comedia es legal en la plataforma. Sin embargo, en los últimos días se ha visto una proliferación de usuarios bloqueados por parodiar al nuevo dueño de la red social; a lo que Musk comentó que bloquearía de manera permanente a todos los usuarios que parodien a otros, sin declararlo de manera explícita.

¿Es el fin de Twitter?

Probablemente no. A pesar de que su base de usuarios, por dar algunos ejemplos, es 10 veces menor a la de Facebook y que hasta Snapchat tiene más usuarios activos, se mantiene relevante.

Posterior a 2016 estuvieron en serios aprietos, pero el escenario político estadounidense los volvió a poner en la palestra. Hoy en día las alternativas a esta red social no parecieran terminar de convencer a los usuarios y al final del día, por mucho que la gente no esté activa en la plataforma, igual se informan a través de ella. Para bien o para mal.

Acerca del Autor

Francisca Jorquera - Content Manager

Comunicarnos es un ejercicio sencillo y a la vez tan complejo, que muchas veces nos cuesta expresar con claridad las cosas que queremos decir. Por eso la comunicación, cuando es efectiva, es un activo de altísimo valor; permitiendo que tanto marcas como usuarios puedan relacionarse con fluidez.

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