Experiencia de usuario

Test de usabilidad remotos y presenciales: el impacto del monitoreo

IDA 3 min. de lectura

Al momento de hacer un test de usabilidad, debemos siempre buscar la mejor manera de obtener resultados necesarios para nuestra investigación. Un factor clave a considerar es el espacio en que realizaremos las pruebas.

Ilustración para artículo sobre tests de usuario remotos y presenciales.

Un test de usabilidad nos permite probar la interacción que tendrá el usuario final con nuestra plataforma. A través de este, podemos pulir nuestros diseños basándonos en experiencias reales.

Ahora, existen distintas formas de llevar a cabo un test de usabilidad. Además de considerar si seguiremos un método cuantitativo o cualitativo, debemos optar por un test presencial o remota ¿Cuál conviene más? ¿Cómo influye cada método en el usuario? Te explicamos las ventajas y desventajas de ambas modalidades.

Test de usabilidad presencial

Suele ser la opción más tradicional. Nos permite observar directamente las reacciones del usuario. Esto, a su vez, nos lleva a captar cuestiones que escapan a lo cuantitativo. No solo observamos qué puntos de un flujo complican al usuario, sino que también cómo reacciona en estas situaciones.

Además, en estos ejercicios, podemos explicar el test al usuario cara a cara, disminuyendo la probabilidad de abandono. Se le dan tareas al usuario, las que el investigador observa y estudia.

Este método resulta especialmente útil para test “de guerrilla”, con prototipos o maquetas que todavía necesitan pulirse. Sin embargo, tienen el inconveniente de requerir mayor cantidad de personal, ya que debe haber por lo menos un entrevistador y un apoyo en cada  test realizado.

Test de usabilidad remoto

Al ser menos monitoreado, el test de usabilidad remoto entrega mayor libertad al usuario de desenvolverse en nuestro proyecto. Claro que esta misma libertad y falta de supervisión propicia un mayor abandono.

Los test de usabilidad remotos nos permiten, además, realizar múltiples pruebas de forma simultánea, sin necesidad de tener un gran equipo monitoreando. Sin embargo, requieren del uso de prototipos más desarrollados, para evitar la deserción de los usuarios.

Seleccionar el test correcto

Al momento de definir cuál modalidad utilizar, debemos poner en la balanza las ventajas y desventajas del monitoreo. En manos de un investigador con experiencia, un test presencial nos permitirá conseguir insights relevantes que podrían pasar desapercibidos.

Pero, en el peor de los casos, la presencia de un investigador evitará que el usuario se desenvuelva con libertad en nuestra maqueta.

En cuanto a costos, para un test a gran escala, resulta mucho más económico optar por la opción remota. Sin embargo, debido a que no requiere prototipos tan avanzados, un test presencial es más conveniente para muestras pequeñas.

Es por esto que debes tener claros cual es o son los objetivos del proyecto, y así poder obtener los resultados necesarios en un test de usabilidad que te llevarán a desarrollar o mejorar la opción más óptima para nuestros usuarios. Si tienes dudas sobre cuál es la mejor opción para tu servicio, no dudes en escribirnos.

Acerca del Autor

Como diseñadora UX me enfoco en desarrollar una experiencia de valor para las personas que utilizaran nuestros productos, de manera empática y centrada en el usuario. Para lograr este objetivo, me preocupo desde la de investigación hasta el prototipado de cada producto.

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