Diseño UX

Metodologías para el éxito: Design Thinking y System Thinking

Diseño 5 min. de lectura

Conocer diversas metodologías de trabajo será sumamente útil para entregarle una mayor calidad a nuestros proyectos o evitar posibles problemas. Sin embargo, quedarse con una sola de ellas puede resultar hasta perjudicial, ¿Cómo evitar este problema? Te lo mostramos.

Rompecabezas que hace referencia al Design y System Thinking

Quienes nos dedicamos al mundo de la experiencia de usuario hemos escuchado incontables veces como enaltecen el concepto de Design Thinking, posicionándose como una de las metodologías con mejores resultados y con su justa razón. 

Según un estudio guiado por el Design Management Institute, ha demostrado que aquellas empresas u organizaciones que interiorizan el pensamiento del diseño como filosofía de trabajo, han mejorado su desempeño a lo largo del tiempo en comparación a aquellas que no lo adoptan o lo hacen de forma muy superficial. 

Como diseñadores, o quienes hemos estudiado diseño, este marco de trabajo se nos hace bastante familiar. El hecho de salir a buscar información, sintetizarla para quedarnos con lo esencial, prototipar y corregir continuamente hasta llegar a algo más acabado es un proceso que, me atrevería a decir, es casi innato.

Junto a este proceso de trabajo, el Design Thinking tiene su núcleo en las personas. Teniendo en cuenta sus necesidades, deseos, miedos y frustraciones como los catalizadores para crear nuevas y mejores soluciones. Centrando nuestro diseño desde la mirada del otro y no desde la mirada del propio diseñador.

Subiendo de nivel

Ahora bien, en la teoría suena perfecto e idóneo. Pero en la práctica se debe ir un poco más allá. Si nos quedamos solo con la mirada del usuario, estaríamos creando soluciones que sí responden a las necesidades de ellos, pero que se encuentran aisladas en relación al contexto de donde se inserta esta solución. Generando productos o servicios inconexos que, en vez de ayudar, pueden generar confusión en los usuarios.

System Thinking

Es bajo esta premisa que cada vez se hace más necesario que los diseñadores adoptemos una mentalidad de System Thinking, o pensamiento sistémico. En pocas palabras, se trata de un enfoque introducido por Ludwig Von Bertalanffy en 1968 que considera cómo los distintos elementos dentro de un sistema interactúan e influyen entre sí. Así como el cuerpo humano y sus diferentes sistemas (nervioso, endocrino, digestivo, renal) tienen su propio funcionamiento, pero se ven afectados por el desempeño del resto.

El pensamiento sistémico también es conocido como el modelo Iceberg que generalmente consta de 4 niveles:

  1. Eventos
  2. Patrones/comportamientos
  3. Estructuras
  4. Modelos mentales

Modelo de iceberg para entender el System Thinking.

Indica que lo que se ve en la superficie es solo un “evento”, en otras palabras, una manifestación del verdadero problema, para el cual es necesario comprender el sistema en su conjunto y todos los niveles sumergidos debajo de la punta para crear una buena solución.

Entendiendo el System Thinking

Para entenderlo mejor, pensemos en el caso en que se filtró una falla en un sitio web ya publicado.

Los cuatros niveles serían, por ejemplo:

  • Evento: Se filtró una falla al sitio. La solución directa sería, evidentemente, arreglarlo y seguir adelante. Lo cual no asegura que otra falla aparezca en el futuro.
  • Patrones: Mirando hacia atrás en el tiempo, nos damos cuenta que cada vez que se lanza una nueva funcionalidad en el sitio, esta contiene una falla. 
  • Estructura: Profundizando un poco más, vemos que dentro de la planificación del marco de trabajo no se tiene en cuenta una fase de testeo. Lo anterior, da espacio para que el patrón pueda repetirse.
  • Modelos mentales: Analizando un poco más y vemos que los equipos valoran más entregar el trabajo a tiempo que entregarlo bien. Sumado a esto, las fechas límites generalmente son muy ajustadas y vienen pautados por los managers.  

Tal como dice Peter Senge, un científico de sistemas líder en su campo:

“El pensamiento sistémico es una disciplina para ver todo. Es un marco para ver interrelaciones en lugar de cosas, para ver patrones en lugar de “instantáneas”.

Comenzar a mirar los problemas desde esta lupa significa dejar de centrarnos en el producto o el servicio en sí como una sola unidad; sino más bien, como parte de una compleja red de relaciones. Donde cada ajuste, cambio o alteración en un lado de la red, puede repercutir positiva o negativamente en otro lado.

¿Qué sucede si no quiero dejar de pensar como diseñador?  

No se trata de dejar de pensar como diseñador, sino de integrar ambas miradas al mismo problema. El uso del pensamiento sistémico junto al de diseño significa que vamos alternando entre la mirada holística del sistema con la mirada del usuario. Recordemos que como diseñadores nuestro trabajo es con las personas. De hecho, intentamos descubrir y comprender sus necesidades para poder satisfacerlas de mejor manera.

Necesitamos acercar y alejar continuamente el zoom para reconocer y buscar relaciones entre las diferentes partes de un sistema. Para los diseñadores, el cambio de mentalidad no se trata de dejar atrás el pensamiento de diseño, sino de complementarlo con una mentalidad de sistemas. 

Finalmente, cómo lo hemos mencionado anteriormente, el Design Thinking es posiblemente la gran metodología y por lo mismo, es usada en diversas organizaciones. Sin embargo, tal como hemos destacado en esta ocasión, aplicarlo exclusivamente puede ser contraproducente, pero si la usamos junto a otras, como el caso del System Thinking, ganaremos un gran valor e impacto para nuestro trabajo. 

Acerca del Autor

Luciano Cimino - Diseñador UI

La comunicación visual es un elemento clave a la hora de generar empatía. Por eso mi trabajo busca que los usuarios puedan identificarse con los servicios digitales mediante la creación de un lenguaje gráfico específico, logrando un diálogo entre lo funcional y lo emocional; para así conseguir buenas experiencias.

Agregar un comentario