Cultura Organizacional

La importancia del Feedback en los equipos de trabajo

Me gustaría definir en pocas palabras qué es el feedback, también conocido en español como retroalimentación. Es el acto de ofrecer información sobre los resultados de una actividad, expectativas de colaboradores y líderes de un espacio determinado. Estos insights pueden incluir consejos, comentarios y evaluaciones. Su principal objetivo es evaluar el desarrollo de un proceso personal o grupal.

Ahora, sabiendo esto, es inevitable preguntarnos: ¿Cuál es la importancia de contar con estas instancias al interior de los equipos  de trabajo y a nivel de organización?

La cultura del feedback o retroalimentación continua ayuda a canalizar de forma correcta las expectativas de los líderes, colaboradores y de la empresa como tal. Asimismo, sirve también detectar problemas a tiempo. Esto nos permite ir corrigiendo actitudes o procedimientos en los momentos adecuados, sin esperar a que estas situaciones terminen generando inconvenientes de mayor magnitud en la organización o entre los colaboradores. 

¿Por qué entregar feedback?

Algunos beneficios que puede entregar este ejercicio son:

• Comunicación constante y fluida entre los líderes y equipos
• Evita que se acumulen inconformidades y ayuda a trabajar puntos de insatisfacción
• Alinea la organización al conversar sobre objetivos y metas 
• Fortalece la motivación del equipo o colaborador al reconocer el buen desempeño de sus miembros
• Forma interacciones más compenetradas al mantener el foco en los objetivos claves que se definen como equipo

Para que podamos lograr y construir esta cultura de feedback continuo debemos contar con la convicción plena de los líderes de cada área o equipo. Serán básicamente ellos los responsables, desde su posición, de impulsar esta práctica. 

¿De qué manera promovemos está práctica? 

Existen 5 estrategias que podemos aplicar para crear una cultura de retroalimentación positiva en nuestros equipos de trabajo:

Frecuencia

No existe un momento en específico para realizarlas. Sin embargo, tampoco es conveniente esperar llegar a fin de año para dar consejos constructivos y/o refuerzos positivos.

Estos momentos fomentan un ambiente más inclusivo y de apoyo, donde los equipos se sienten más valorados desde su individualidad y como parte de un núcleo. Esto los hace capaces de mantener y/o potenciar sus fortalezas y mejorar áreas de debilidad. 

Entrega

La forma en la cual entregamos el feedback tiene una gran importancia. Una conversación cara a cara siempre será mucho más valorada por los colaboradores de cualquier institución. Hacerlo por mail o quizás una llamada telefónica se debe considerar únicamente como una última opción y solo si se justifica por cuestión de distancias o tiempo. 

Reconocimiento

Reconocer cuando tu equipo hace un buen trabajo o realiza cambios es parte importante de un buen feedback. Los cambios y mejoras en el desempeño deben ser notados y valorados. Hazle saber que lo notaste, porque es parte de un esfuerzo por hacer mejor el trabajo.

Por otro lado, para aquellos colaboradores bien evaluados, asegúrate de brindarles un refuerzo positivo en base a su trabajo bien realizado. Esto es fundamental para ayudarles a mantenerse motivados y en la misma sintonía que el resto del equipo. 

Feedback 360º

Uno acostumbra a asociar el feedback como una evaluación que  proviene solo de los “líderes”, pero también existen otras formas que pueden ser igual de positivas. Para que tengan un impacto positivo en la cultura de nuestra organización, debemos asegurarnos de que nuestros colaboradores acudan a la misma dinámica entre ellos y con sus líderes.

La idea de todo esto es que existan canales e instancias donde nos sintamos libres de conversar en la dirección que sea.

Entrenamiento

Es fundamental generar instancias de crecimiento que nos permitan asegurarnos de que nuestro equipo sabe entregar adecuadamente un feedback. Con ello, cada colaborador y líder, se irá acostumbrando a los momentos de retroalimentación constante. Es por esto que es conveniente haber generado un respaldo previo y capacitar a ambas partes. Sólo así se convertirá en parte de la cultura organizacional.

Hacer estas capacitaciones ayudará a que se establezcan nuevas expectativas. Además de promover y reforzar buenas prácticas. Abrimos una posibilidad de crecimiento y compenetración, que nos permite generar una red de contención y acompañamiento para tomar, juntos, decisiones que vayan en pro del cambio positivo. 

Estas prácticas nos ayudan a fomentar en gran medida el diálogo abierto. Por lo que son claves para alinear intereses, motivar al equipo de trabajo, tener una comunicación más transparente y también, para aterrizar las expectativas que cada uno tiene de los demás.

Finalmente la comunicación es parte del crecimiento, y si uno de los objetivos es crecer juntos, la cultura del feedback continuo es parte fundamental para que esto suceda.