¿Existe un momento adecuado para realizar una investigación de usuarios?
Desde hace algún tiempo una serie de personas suelen hablar acerca de que debido a elementos contextuales o coyunturales, no es el momento adecuado para realizar investigación de usuarios. Sin embargo, deberías saber los motivos de la falta de fundamentos de estas afirmaciones.
Cada cierto tiempo se vuelve a escuchar en algunos clientes o incluso, en ciertos researchers, la idea de que hay buenos y malos momentos para realizar investigación de usuarios. La noción de que existen condiciones ideales y negativas para investigar parece estar muy instalada en algunos equipos ligados a esta área.
Con esto, nace naturalmente la pregunta acerca sobre aquellos buenos momentos, ¿Cuáles son? ¿Existe un momento ideal? ¿Qué momentos son más idóneos para hacer investigación? ¿Estos momentos dependen del producto/servicio/marca o son transversales?
Reducción de variables
Sabemos que la investigación puede componerse de diversas metodologías, basándose desde variados paradigmas como lo podrían ser el positivista o el hermenéutico. Son estas definiciones las que definirán que consideramos como un espacio y oportunidad apto para realizar el proceso de research.
Por una parte, desde un paradigma positivista, o al menos con un enfoque cuantitativo tradicional; una de las obligaciones del proceso investigativo es la reducción de variables intervinientes. Los equipos de investigación deben al menos aislar las variables e intentar identificar los factores más influyentes en aquello que se está midiendo o identificando.
Desde otra perspectiva, basándonos en un paradigma cualitativo o hermenéutico, la identificación de las variables no es una necesidad imperante. En base a las diferentes herramientas metodológicas se pueden analizar los elementos complejos que rodean a la investigación. Este paradigma entiende los fenómenos a observar e interpretar desde un enfoque interseccional.
El contexto como un valor adicional a la investigación de usuarios
Ya sea desde una mirada positivista o hermenéutica, es extremadamente difícil aislar los elementos intervinientes. Inclusive, hoy podríamos argumentar que ni siquiera un ambiente experimental en un laboratorio nos permite acceder a un aislamiento absoluto del contexto.
El conocido Efecto Hawthorne identificado en 1955 por Elton Mayo en Chicago, indica que existe una reactividad psicológica gatillada en los individuos al identificar que están siendo observados. Este fenómeno sucede como algo externo a las variables de experimentación y agregan un elemento variable ineludible por parte de los equipos de investigación.
También, podemos afirmar que somos sujetos ineludiblemente vinculados a nuestros contextos; por tanto, sumado a su interseccionalidad, debemos considerar los elementos intervinientes de este, tanto directo como indirecto, y validarlo como una variable más al momento de realizar análisis.
La valoración del contexto como algo insalvable, nos obliga a observar, no podemos considerarlo como algo inherentemente importante y al mismo tiempo evitarlo y hacernos los desentendidos. Es así como la observación necesariamente nos lleva a ver, a entender y por tanto, identificar su valor en lo analizado.
Entonces ¿Existe o no un momento adecuado?
Una vez aceptamos y vemos el valor del contexto, es que podemos utilizarlo como un factor interesante para nuestros objetivo de estudio. El objeto es peculiar en sus cualidades, y las variables que lo influyen son analizables en sí mismas. De esta forma, nuestro objeto se vuelve complejo.
Como indicamos al principio, la búsqueda de reducción de variables es lo que permite crear modelos de análisis acotados y viables, lo que suena un poco contradictorio frente a la complejidad que aporta el contexto en sí mismo. Sin embargo, esto es más bien un ejercicio de honestidad investigativa, aceptando al objeto en su totalidad.
Entonces volvamos al momento… el contexto es el momento. El contexto es la variabilidad en acción, modificando aquello que podríamos preferir estático, y por tanto, entregándonos complejidad. No existe objeto de estudio en ciencias sociales que sea estático, el estudio del ser humano y su comportamiento es inherentemente dinámico, al igual que los contextos.
Son estos momentos los que entregan profundidad a nuestros análisis, estudiar a las personas y sus comportamientos, motivaciones, miedos y sueños, sin un contexto, serían inerte y totalmente insuficiente.
Un denominado buen o mal momento, es una predisposición del equipo investigador; más no una definición desde el sujeto investigado, quien está siempre sometido a las variables del contexto.
El contexto no debe ser un impedimento
Evitar un momento complejo por motivos logísticos para los investigadores es solo eso, una acomodación metodológica que no puede ni debe ser disfrazada como una mala instancia desde el punto de vista del investigado. El sujeto está adherido a los contextos y una pandemia, una cesantía, el nacimiento de un hijo, o cualquier otra situación, es un buen momento para realizar investigación de usuarios y conocer a esos sujetos en su complejidad.
Agregar un comentario