Acusaciones en contra de Google

Empleados de Google exigen que Alphabet desista de proteger a los acosadores

Las polémicas siguen arremetiendo a los gigantes de Internet. Resulta que, alrededor de 1600 empleados de Google, principal filial de Alphabet, han firmado una carta abierta para que, de una vez por todas, la empresa deje de proteger a los acosadores que trabajan en ella.

“Alphabet no proporciona un entorno seguro para quienes enfrentan acoso en el lugar de trabajo. Incluso cuando RRHH confirma el acoso, no se toman medidas para que el denunciante esté seguro.”

Son parte de las declaraciones que se pueden encontrar en la carta mencionada. Las motivaciones de esta situación, nacen de una fuerte acusación de la ex ingeniera en software de Google, Emi Nietfeld, declara todo lo que vivió a través de un artículo para The New York Times. 

Un patrón constante

Si bien, estos hechos pueden sorprender a muchos no son una novedad dentro del ambiente de Alphabet. En 2018, Andy Rubin, cofundador de Android, recibió $90 millones de dólares a pesar de haber sido acusado de conducta sexual inapropiada. 

Cuando esta situación salió a la luz pública, cerca de 20.000 empleados de Google se retiraron para protestar por el manejo del acoso sexual por parte de la empresa. De hecho, según se plantea en la carta, esto no provocó ningún cambio; aún cuando el entonces CEO de la compañía, Sundar Pichai, anunció una serie de medidas para luchar contra el acoso sexual, la discriminación y las represalias dentro de la compañía. 

En busca de acción concretas para frenar a los acosadores

Los empleados que han firmado la carta, han presentado dos demandas fundamentales. La primera, ningún acosador debe tener autoridad sobre trabajadores, proveedores o contratistas; mientras que, la segunda es que cuando se compruebe un caso de acoso, la persona acusada sea obligada a cambiar de equipo. 

Por su parte, un portavoz de Google ha declarado que tras los hechos ocurridos hace un par de años atrás ya se han tomado una serie de medidas. Sin embargo, ahora solo queda esperar que la Alphabet acepte las demandas de sus trabajadores y ponga fin a estos reprochables actos.