UX Writing

Tenemos que hablar sobre el “ver más”

De todas las microcopias que podemos redactar para una interfaz, los llamados a la acción o CTAs parecieran ser las que menos tiempo nos toman. Casi como si se trataran de textos por defecto, encontrarnos con plataformas llenas de llamados como un “ver más” o de un “click aquí” es más habitual de lo que nos gustaría.

¿Es el ver más un reflejo de la poca importancia que le damos al contenido en el diseño de experiencias? Probablemente, y en muchos casos, efectivamente responda a esa realidad, ya sea porque el diseño de la interfaz, por ejemplo, tiene botones muy pequeños o tenía pensado un llamado a la acción breve y genérico.

El problema del CTA genérico

Puede que los llamados a la acción, tan clásicos, como los “ver más”, “click aquí” y muchos más no nos resulten problemáticos. Y está bien, a veces se nos puede olvidar que nuestro trabajo como writers no sólo es llenar de contenido la interfaz, sino también facilitar la navegación de los usuarios reduciendo fricciones e incertidumbre.

Es precisamente ahí donde reside el problema de los llamados genéricos, pueden facilitar los clicks, pero no necesariamente disminuyen la incertidumbre o le dan luces al usuario del paso que está por venir en su viaje. 

La W3C (World Wide Web Consortium), desalienta el uso de estos llamados a la acción “genéricos” o más bien poco precisos o sin mucho significado en el contexto del viaje del usuario y aconseja que nuestros llamados a la acción:

• Proporcionen información cuando sean leídos fuera de contexto.
• Expliquen lo que ofrece el enlace.
• No hablen sobre mecanismos.
• No se basen en verbos.

De la misma forma, nosotros también podemos llegar a una serie de exigencias mínimas, o más bien principios básicos, para que nuestros CTA sean mucho mejores y cumplan con su función de guiar y orientar a los usuarios, más allá de la simple conversión.

Cómo redactar un buen CTA

Normalmente, los llamados a la acción suelen ser, por definición, textos cortos que invitan a interactuar con la interfaz, para lograr un objetivo. Este puede ser una conversión o simplemente el inicio de un flujo.

Sin embargo, no basta con que sean frases breves. Un buen CTA, además de contar con pocos caracteres debe ser descriptivo, utilizar palabras clave e, idealmente, ser único para cada acción que buscamos presentar.

Si somos estrictos, un llamado a la acción como “ver más” logra cumplir con la concisión, pero no es descriptivo (¿Qué es el “más” que vamos a ver?), no presenta palabras clave, como para facilitar el posicionamiento en buscadores, y finalmente es tan genérico que no nos importa verlo una y otra vez en interfaces y plataformas digitales.

Lo que debes considerar

Una alternativa que nos puede ayudar a redactar llamados a la acción puede ser la aplicación de una fórmula lógica donde se combinan 2 variables, acciones y objetivos. De esta manera podemos lograr ser más descriptivos, sin caer en generalidades ni volvernos demasiado repetitivos.

De cierta manera, los llamados a la acción siempre combinan esas dos variables, acciones y objetivos. Por ejemplo, si queremos que nuestros usuarios descarguen nuestro ebook, nuestro CTA debería ser “Descargar ebook” o “Descarga el ebook”, siempre dependiendo de la definiciones de voz y tono que tenga nuestra marca.

En el caso del comercio electrónico, tierra fértil del ver más, ya es posible encontrarnos con variables como “ver producto” que si bien no son necesariamente más descriptivos o apelativos a la acción que un “ver más”, sí logra darnos algo más de luces sobre qué es lo que vamos a lograr con nuestro click. 

Otras opciones para estos llamados pueden ser “Conoce las ofertas”, “Descubre más productos”, “Encuentra tu perfume”, “Cómpralo ya”, entre tantas otras. Aquí la clave es ser descriptivos y apelativos. Mal que mal, los llamados a la acción son precisamente eso, un llamado a actuar y por ende, deben seducir o persuadir a nuestros usuarios.