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Prototipos para aprender y mejorar

En algunas industrias o empresas, el término prototipo se utiliza para definir aquellas versiones altamente resueltas y próximas al lanzamiento que, en esencia, “representan” un producto u oferta final. Ahora bien, desde el diseño, los prototipos también pueden considerarse útiles como “herramientas de aprendizaje”.

Por lo mismo, pueden existir en cualquier nivel de resolución; desde muy toscos hasta muy refinados y pueden usarse en cualquier etapa del proceso de diseño desde explorar, evolucionar y/o hasta comunicar ideas (Coughlan et al, 2007). 

Tanto en arquitectura como diseño, la creación de prototipos tiene por función habitual probar el comportamiento de ciertos elementos antes de estabilizar un producto o modelo final (Sanders y Stappers, 2014, citados por Tironi & Hermansen, 2020), con el propósito de hacer tangible el estado de un proyecto y reflexionar respecto a sus cualidades formales, tal como lo plantea Alan Cooper (2014). 

Diseño y prototipos

Los procesos de diseño describen cómo comprender y definir los requisitos del usuario. También nos ayudan a traducir esos requisitos al marco de un diseño y, finalmente, cómo aplicar mejor los principios y patrones de este a contextos específicos. 

Como menciona Alan Cooper, la mayoría del diseño afecta el comportamiento humano. Por ejemplo, la arquitectura se preocupa por cómo las personas usan el espacio físico y el diseño gráfico a menudo intenta motivar o facilitar una respuesta frente a un mensaje. 

Ejemplos para comprender

En ese sentido, la creación de prototipos implica pasar del mundo de ideas abstractas, análisis, teorías, planes y especificaciones al mundo de cosas concretas, tangibles y experienciales (Coughlan et al, 2007).

Para entenderlos de mejor forma, algunos ejemplos de ellos son:

Prototipos en UX

Bill Buxton (2007) menciona que los bocetos dominan las primeras etapas de ideación. Por su parte, los prototipos se concentran más en las etapas posteriores, donde las cosas convergen dentro del embudo de diseño. 

Mucho de esto tiene que ver con los atributos relacionados al costo, puntualidad, cantidad y disponibilidad. Esencialmente, la inversión en un prototipo es mayor que la de un boceto, y en consecuencia, se generan menos, es más complejo desecharlos y tardan más en construirse. 

El boceto funciona como un aterrizaje de esa primera idea que tenemos en nuestra cabeza. Una aproximación desde el papel y el lápiz nos ayuda a plasmar esas primeras ideas que nos permiten conversar con nuestros equipos antes de empezar a detallar nuestros ideas en los wireframes y posterior diseño de interfaz.

Traducción simple de Buxton, B. (2007). Sketching User Experiences: Getting the Design Right and the Right Design (Interactive Technologies)

Uno de los valores fundamentales de la creación de prototipos es que es generativa, ¿a qué nos referimos con esto? Significa que a medida que trabaja en el proceso de creación de prototipos, generará una gran cantidad de ideas. Algunas de ellas son “brillantes” y otras no tanto. Incluso las ideas no tan “brillantes” pueden ser un catalizador para soluciones aún más “brillantes” (Zaki, 2009).

En el diseño UX, las herramientas para la creación de prototipos navegables nos permiten ver y experimentar en tiempo real prototipos de diseños. Lo anterior, es clave para mostrar de forma concreta su funcionalidad y saber cómo sería aceptado. 

Ese es precisamente el punto inicial para su creación, que los usuarios reales participen de su diseño y etapa de prueba. Es necesario saber si cumple con sus expectativas y satisface sus necesidades, corroborando la hipótesis de diseño inicial.

Acercando la interfaz al usuario

En ese contexto, el prototipo digital de una interfaz de usuario permite también que participen más personas en la creación de un sitio web o una aplicación: desde el equipo de trabajo hasta la compañía que lo solicita. Probar la usabilidad del diseño de una aplicación o un sitio web es importante para mostrar de forma concreta su funcionamiento. 

Además, sirve como una instancia para detectar posibles problemas y también, para potenciar lo positivo. Además de preocuparse de la usabilidad, es necesario que vaya en sintonía con los intereses del negocio. Esto es clave para mostrar de forma concreta su funcionalidad y saber cómo sería aceptado.

Poder visualizar interacciones reales en los diseños es de gran ayuda para presentar la funcionalidad de un prototipo. Actualmente, existen softwares y aplicaciones web que permiten hacer navegables e interactivos los diseños, permitiendo la visualización de las interacciones. 

Aplicaciones como Figma, Adobe XD, Sketch entre otros permiten crear un prototipo navegable. Adicionalmente, se pueden crear microinteracciones en ellos o con la ayuda de otros softwares como POP

Hoy la mayoría de estas herramientas permiten copiar la URL de un prototipo y dejarla visible para cualquier persona sin necesidad de que tenga una cuenta. Lo anterior, es de suma utilidad al momento de presentar nuestros diseños a stakeholders y usuarios de todo tipo, donde podrán ver y revisar todo en acción.

Facilitando nuestras tareas

En sí la lista puede ser larga y extensa, actualizándose cada vez más. Aunque, por sobre el software elegido, lo más importante es que la elección que realicemos, permita al equipo realizar y probar la idea del diseño que estamos realizando. Por otra parte, también existen otras aplicaciones que nos permiten cargar nuestro prototipo y realizar tests remotos de usabilidad asincrónicos. 

Los test remotos permiten conocer la usabilidad del prototipo y entregan información sobre capturas, toques en pantalla, clics, comentarios y reacciones. El testeo y prototipado, pueden llegar a ser en conjunto procesos bastante largos. Por ello, es importante considerar en qué momentos del proyecto es necesario y suficiente realizar un test online, y en cuáles es más recomendado uno presencial. 

Todas estas herramientas digitales ofrecen opciones rápidas y de escasa complejidad para realizar prototipos navegables tanto para expertos como para los que tienen menos experiencia. En general las características de organización y vinculación en estas herramientas son bastante beneficiosas para proyectos que poseen muchas plantillas y que requieren de varias interacciones.

Mejorando la calidad de los proyectos

Finalmente, los prototipos funcionales digitales permiten reconocer cómo se comportará cierto aspecto de un proyecto o cómo se relacionarán con él sus futuros destinatarios. Un prototipo nos permite tangibilizar y acercar a la realidad las hipótesis de negocio y de diseño que realizamos cuando partimos un nuevo proyecto digital. 

Más allá del tipo de prototipo que realicemos o la plataforma digital que escojamos para realizarlo, los prototipos deben ser considerados como un objeto o proceso que nos permita aprender y así, mejorar nuestros flujos de trabajo. 

Referencias