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¿Cómo realizar un sprint de diseño remoto?

El avance del coronavirus y el contexto de confinamiento que vivimos actualmente nos ha obligado a replantear la gran mayoría de nuestro día a día. Hemos tenido que adaptar actividades que se realizaban, por definición, de manera presencial y llevarlas al modo online. Uno de estos casos es el desarrollo de los sprint de diseño

Entre los equipos de desarrollo de productos, un sprint de diseño es una de las muchas metodologías de diseño disponibles que compiten por su atención. Un “sprint”, en la jerga del diseñador, es un proceso de cinco fases con tiempo limitado que utiliza el design thinking para reducir el riesgo al diseñar un nuevo producto.

¿Qué es un sprint de diseño?

Un sprint de diseño es una metodología inventada por Jake Knapp y Google Ventures, que se utiliza para validar ideas a través del diseño, creación de prototipos, pruebas de usuario y colaboración. Todo esto en un plazo de cinco días. Si bien no nos dejará un producto terminado, es discutiblemente la forma más rápida y económica de validar estrategias comerciales o ideas de productos con usuarios reales.

Este método busca enfocarse en un problema específico, generar múltiples soluciones, construir prototipos y obtener comentarios rápidos de los usuarios. Gracias a esto, puede ayudar a las empresas a tomar mejores decisiones estratégicas e innovar más rápidamente. Se trata de una forma de trabajo que ha sido probada en más de 300 estrategias de negocios diferentes, incluyendo lugares como IDEO y Stanford.

¿Lo podemos realizar remoto?

Si cuando están todos los participantes en la misma ubicación, el sprint de diseño ya es difícil de ejecutar; cuando los equipos cambian a trabajar de forma remota, como es la realidad en muchas empresas el día de hoy, la implementación puede ser aún más exigente.

Algunos desafíos de ejecutar sprints de diseño de forma remota son:

Desafíos del sprint

El mayor desafío al ejecutar sprints remotos es la propia estructura del ejercicio. En modo presencial, hay un grupo de personas que colaboran y realizan ejercicios basados ​​en el esquema de 4 días del Design Sprint 2.0.

En esta estructura, los lunes y martes son para talleres. El equipo realiza varios ejercicios durante todo un día, llenando pizarras y acumulando notas adhesivas. El equipo de creación de prototipos llega el miércoles y luego se realizan pruebas de usuario para validar las ideas el jueves.

La versión remota y actualizada del sprint de diseño presenta una combinación de sesiones síncronas y asíncronas, que permiten una mejor flexibilidad.

En un artículo de Raz Burciu para Toptal.com se describe la siguiente programación remota usando Design Sprint 2.0:

© Toptal

Los días 1 y 2 son días de taller, con el equipo completo. Las sesiones se dividen alternando entre online y offline. El día 3 es para que el equipo de creación de prototipos remotos realice un primer bosquejo de las soluciones que se plantearon, para finalizar en el día 4 con las pruebas con usuarios.

Además hay tres elementos que harán que un sprint remoto funcione sin problemas:

Un Sprint remoto también abre las puertas a poder trabajar colaborativamente con personas que viven en otros husos horarios.

A modo de ejemplo, para las entrevistas internacionales que realizamos en Los martes son de UX, generalmente tenemos que acordar un horario que nos convenga a ambas partes para coordinar una grabación. Imagina el nivel de complejidad que puede presentarse cuando tienes más de un participante en distinto huso horario para realizar un sprint de diseño.

Si tienes participantes de otras latitudes, es mejor programarlos dentro de un período de nueve horas en todas las zonas horarias. También es esencial que las personas sepan cuándo serán necesarias y durante cuánto tiempo.

Oportunidades en un contexto diferente

Producto de la crisis del Covid-19 nuestro quehacer se ha visto modificado. Rutinas de trabajo, movilidad y hasta nuestra salud giran en torno al confinamiento y a una nueva forma de vivir a la que nos tenemos que acostumbrar.

Esta pandemia no solo significa encierro y aislamiento, también es un desafío y un llamado a repensar y mejorar las herramientas que hasta hace algunos meses nos parecían perfectas para ayudarnos a realizar nuestro trabajo del día a día. En {ida hemos aceptado el desafío de adaptarnos a este contexto, tanto desde la investigación remota, como desde la gestión de equipos y el desarrollo de soluciones y experiencias significativas para nuestros usuarios.