El estallido de la Burbuja puntocom y el inicio de una nueva era en Internet
Analizamos la evolución de la arquitectura de la información, después de casi 20 años del hito que cambió la forma de ver Internet como negocio.
Burbuja puntocom es un término que se refiere a un período de crecimiento en los valores económicos de empresas vinculadas a Internet ocurrido entre 1997 y 2001. Durante este período, las bolsas de valores de las naciones occidentales vieron un rápido aumento de su valor debido al avance de las empresas vinculadas al nuevo sector de Internet y a la llamada nueva economía.
El período fue marcado por la fundación (y en muchos casos, espectacular quiebra) de un nuevo grupo de compañías basadas en Internet, designadas comúnmente como empresas puntocoms. Al pasar el tiempo, muchas de estas empresas quebraron o dejaron de operar.
Una combinación de un veloz aumento de precios de las acciones, la especulación individual y la gran disponibilidad de capital de riesgo crearon un ambiente exuberante.
El modelo de negocio que solían utilizar las empresas punto-com se basaba en el aprovechamiento de Internet para conseguir cuota de mercado, aunque inicialmente estas entidades no generasen beneficios. Estas empresas esperaban llegar a conseguir la fama necesaria para en un futuro, cubrir sus gastos y conseguir ganancias.
Estallido de la burbuja puntocom
Como en todas las burbujas siempre existe un punto culminante máximo. El de esta fue en marzo de 2000, cuando el índice bursátil Nasdaq alcanzó los 5132 puntos. A partir de ahí, se produjo una caída estrepitosa. Cierre de empresas, quiebra de cotizaciones, billones de dólares evaporados y en resumen millones de inversores arruinados.
Los mercados financieros habían presentado una evolución que surgió a partir del desarrollo de de las nuevas tecnologías informáticas. Basada en los primeros navegadores web y el avance de html 3.0, dieron lugar a la globalización e intercomunicación de los mercados. Pasando a operar en tiempo real.
En marzo de 2000, en plena efervescencia de la burbuja de la puntocom, la revista Barron’s publicó una lista de 207 empresas que habían salido a cotizar recientemente. Éstas no tenían beneficios y quemaban importantes cantidades de caja. En la lista estaban Amazon e Ebay. Como también algunos de los pocos grandes éxitos de la era puntocom, junto a Google.
El mercado perdió en dos años cinco billones de dólares. Una pequeña cronología de las quiebras no deja muchas dudas sobre el tamaño de la burbuja. Boo.com se gastó 188 millones de dólares del momento en seis meses para montar una gran infraestructura de moda online. En mayo de 2000 quebró. Yahoo compró GeoCites por 3.500 millones en febrero de 1999, con la burbuja en pleno auge. En octubre de 2009 Yahoo la cerró.
De las 207 empresas que conformaban la lista, hoy sólo quedan vivas unas 30 empresas independientes (el 16% del total). De estas 30, sólo 20 han entregado una rentabilidad positiva a sus accionistas después de 17 años. Además, sólo el 6,8% de ellas (en total, 14 empresas) han dado a sus accionistas una rentabilidad por sobre la media del mercado.
La Arquitectura de Información en el contexto de la burbuja puntocom
Corre el año 1998 y sale a la venta uno de los libros esenciales de Arquitectura de información y experiencia de usuario hasta nuestros días. Se trata de “Information Architecture for the World Wide Web” de Louis Rosenfeld y Peter Morville, que también es conocido popularmente como “El libro del Oso Polar” por su característica portada.
Dada la proliferación de sitios web entre 1995 y 1998, Internet termina convirtiéndose en un campo fértil para la creación de medios de comunicación. Incluso para negocios y el desarrollo artístico. Pero se entendía también la existencia de una débil idea acerca de cómo se debían de construir los sitios web. Morville y Rosenfeld crean entonces las bases de lo que en ese momento ya era una convención: la Arquitectura de información para sitios web.
Con este escenario de explotación de la Internet, otros autores también escribieron libros que hasta hoy son la base del conocimiento para quienes nos dedicamos a esto. Es el caso de Steve Krug el año 2000 con su libro “Don’t make me think”. Este se centra en el usuario con una perspectiva de los años 90. Busca hacer fácil la navegación de los usuarios en un contexto donde las conexiones a Internet no eran lo rápidas que son hoy.
También está Jesse James Garret, quien el 2001 (cuando la burbuja ya había explotado), publica “The elements of the User experience”. Libro que hasta hoy sirve como base para quienes nos dedicamos a la experiencia de usuario.
Cabe destacar que en 1999 también se publicó la primera ISO sobre HCI o Human Computer Interaction. La Organización Internacional de Estándares (ISO) estandariza la ISO 13407. Titulada “Human-centred design processes for interactive systems”, avanzaría con el tiempo a la norma ISO 9241 sobre Ergonomics of human-system interaction.
El legado de la crisis
A pesar de la caída estrepitosa de los negocios de Internet entre 1997 y 2001, durante esos años también se sentaron las bases para la venta y construcción en Internet. La cual sigue siendo la misma que conocemos hoy.
La Burbuja puntocom nos mostró el lado cruel de los negocios y sus vulnerabilidades ante el constante desarrollo e inversiones digitales. Sin embargo, su riqueza está en haber propiciado la oportunidad de mejora en la industria digital.
Gracias a la adversidad y las debilidades que salieron a la luz, se desarrollaron metodologías y técnicas centradas en el usuario. Con ello, se asentaron las bases del trabajo UX y del Diseño Centrado en el Usuario (DCU). Herramientas que seguimos utilizando y perfeccionando en la actualidad.
Desde IDA, hemos tomado los aprendizajes del pasado para gestionar de la mejor manera la experiencia digital. Sabemos que nuestro trabajo debe proporcionar experiencias gratificantes, y también compartimos este conocimiento en nuestros workshops. La historia nos ha enseñado que todo debe hacerse con cuidado y precisión. Desde el desarrollo, hasta el trato directo con el cliente o los usuarios.
Fuentes:
Diario El País, “El día que la burbuja ‘puntocom’ pinchó”.
Wikipedia, “Burbuja puntocom”.
¿Cuántas empresas cómo Amazon de la burbuja puntocom sobrevivieron?
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