¿Tu Smart TV te espía?

Los Smart TV ya son parte de nuestra cotidianeidad desde hace varios años e incluso para muchos, son artículos esenciales. Sin embargo, tienen un lado B, nos espían. Sí, quizás suena un poco a teoría conspirativa, pero es verdad. 

Estos dispositivos recopilan información personal, que luego venden a otras empresas con fines comerciales o que utilizan ellos mismos. Según las compañías involucradas, la información recabada es para mejorar el perfilamiento de los usuarios, y así ofrecer servicios más personalizados, pero esa es una situación que no está del todo clara. 

Marcas como Samsung, LG y Sony son las pioneras en recopilación de datos a través de los Smart TV. No solo lo hacen a través de los televisores, sino que también mediante las aplicaciones y los sistemas operativos. También obtienen datos mediante dispositivos externos que transforman televisores tipo LCD en Smart, como los Chromecast de Google.

En entrevista para The Guardian, Rowenna Fielding, directora de consultoría de protección de datos Miss IG Geek dijo que:

“el propósito de esto es recopilar la mayor cantidad de información posible sobre su comportamiento, intereses, preferencias y datos demográficos para que pueda monetizarse, principalmente a través de publicidad dirigida”.

El poder de los datos

Las marcas de Smart TV pueden identificar diferentes datos, como los videos que consumen los usuarios, las búsquedas que realizan, incluso las conversaciones que puedan tener estando en el alcance del dispositivo. Además, si le sumamos los dispositivos que se vinculan con las Smart TV, como por ejemplo notebooks, parlantes o artefactos de hogar; la información que obtienen las empresas es aún mayor.

Los datos que venden las compañías pueden ser anónimos o semi-anónimos, siendo preferentemente las empresas de publicidad o los servicios de transmisión los principales destinos. Netflix es un referente en recopilación de datos, lo que les permite ejecutar de gran forma su logaritmo de sugerencias dentro de la plataforma. Pero también pueden requerir otros datos no directamente relacionados, como la ubicación geográfica, dirección de correo o historial de navegación.

No es algo nuevo

El espionaje por parte de empresas tecnológicas ya se conoce desde hace un tiempo. Los smartphones recopilan grandes cantidades de datos de los usuarios, para saber las preferencias de las personas. Hoy en día también son muy conocidas las cookies, que rastrean la información de los usuarios al entrar en los sitios web, registrando las actividades e interacciones continuamente.

Incluso, la situación podría ser aún más preocupante, ya que las compañías pueden recopilar datos más específicos. Reconocimiento fácil, identificar las emociones de los usuarios mediante tono de voz y analizar contenido para identificar tendencias políticas, religiosas y situación socioeconómica son solo algunas muestras de lo que pueden obtener. 

¿Qué podemos hacer?

Hay que tener en cuenta que las compañías sí o sí obtendrán información de nosotros. Lo único que podemos hacer es restringir en cierta medida la cantidad de información que entregamos. 

Lo primero que puedes hacer es desactivar la función ACR o Reconocimiento Automático de Contenido en tu dispositivo. También puedes inhabilitar la personalización y funciones publicitarias y cubrir cámaras y micrófonos. Por último, procura cambiar la clave de tu router cada cierto tiempo, desactiva el seguimiento web y actualiza periódicamente los softwares. De esta forma, podrás proteger tus datos de mejor manera.