Entrevista IDA

Juan Felipe López, una mirada innovadora en el Laboratorio de Gobierno

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Ya son tres años de trabajo los que lleva el Laboratorio de Gobierno, iniciativa de la Presidenta Michelle Bachelet, que busca las mejores soluciones para los problemas del país a través de la innovación. Todo en un trabajo en conjunto de funcionarios públicos, ciudadanos, emprendedores, empresarios, entre otros actores.

“Innovación al servicio de las personas”. Así se presenta el Laboratorio de Gobierno, una iniciativa creada por la Presidenta Michelle Bachelet, en 2015, que busca desarrollar, facilitar y promover procesos de innovación centrado en los usuarios dentro de las instituciones del Estado chileno.

Está compuesto por un equipo multidisciplinario, con un Directorio interministerial del Gobierno de Chile. Entre sus objetivos están:

  • Potenciar un Estado Innovador y fortalecer una cultura innovadora en el Estado Chileno.
  • Crear una nueva relación entre el Estado y la ciudadanía, a través de los servicios públicos que el Gobierno entrega a su gente.
  • Promover un Estado más productivo en su gestión.

Por esto, conversamos con el director ejecutivo del Laboratorio de Gobierno, Juan Felipe López, para analizar cómo han sido estos años de trabajo.

¿Cómo evalúas la gestión del Laboratorio de Gobierno?

Evaluamos la gestión del Laboratorio de Gobierno en diversos niveles; primero, algo que hoy parece obvio, pero no lo era en su minuto: crear una institución con estrategia para cumplir sus objetivos. Esto sumado a que tiene miles de participantes dentro y fuera del Estado. Hoy, están involucrados en procesos de innovación cambiando la forma en que se diseñan nuevos servicios públicos, de una manera colaborativa y en alianza con diversos actores.

También evaluamos nuestra gestión de acuerdo a los objetivos que tenemos. En estos tres años hemos incubado 119 soluciones, que han derivado en 29 pilotos. De estos, ya hay implementaciones y soluciones a nivel nacional de cuatro nuevos servicios que hoy en día existen. La idea es ir transformando esos 29 pilotos en soluciones que cada vez sean más escalables e implementables.

Desde el punto de vista del entrenamiento, hemos trabajado con 33 instituciones, abarcando a más de 250 servidores públicos. Cuando hablamos de conectar y movilizar, han participado de nuestras convocatorias 5.600 personas. De ellas, 3.700 son funcionarios públicos.

En la Red de Innovadores, que es la estrategia que tenemos para conectar y movilizar a distintas personas que trabajan en Chile, tenemos más de 3.160 servidores inscritos, quienes en 2017 participaron en 37 talleres en 11 regiones del país.

Tenemos un tercer nivel de medición. En los nuevos servicios destinamos presupuesto para medir los resultados. Lo que hacemos es una línea base antes que la solución esté implementada. Después, hacemos prototipos, probamos y hacemos una línea de salida para chequear con los indicadores pertinentes de acuerdo a cada uno de los servicios si es que es efectivamente una solución resuelve el problema.

En ese sentido, López resalta la nueva cuenta de la luz que está hecha en una línea base con la cuenta antigua en tres comunas, en la que se midieron cuatro indicadores (entendimiento, transparencia, confianza y claridad). El resultado fue un crecimiento de 30%.

Con esa información nos dimos cuenta que era un instrumento pertinente y útil para las personas y decidimos escalarlo a nivel nacional.

¿Cuál ha sido el impacto de su labor y cuáles han sido sus logros más representativos?

Primero, hoy hay un punto de referencia en el sector público que permite orquestar la innovación en el Estado. Creemos que no hay ninguna duda de que los servidores públicos y la gente de fuera del Estado ya sabe cuál es la puerta que deben tocar cuando queremos hablar de innovación pública. Después, yo creo que ha sido la capacidad de movilizar instituciones y actores dentro y fuera del Estado.

El Laboratorio de Gobierno es imposible que genere y mueva la aguja de las innovaciones en el Estado sin apalancar otro tipo de talentos. Por eso, estamos movilizando a muchas personas que se han comprometido.

Esto da una señal de esperanza de una nueva relación entre el Estado y la ciudadanía.

¿Cuáles son los desafíos y metas en 2018?

Ampliar la cobertura. Hemos estado en una estrategia de tres años, donde hemos ido probando programas que han tenido resultados concretos. Ahora, viene el momento que esos programas se masifiquen aún más.

Vemos que hay una tremenda oportunidad de aportar en problemas de coordinación al interior del Estado.

Finalmente, Juan Felipe López, considera que todavía hay muchísimos trámites, servicios y prestaciones que requieren con urgencia una mirada sistémica y de innovación.

Ese sería un necesario eje vertical para el futuro.

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