![](data:image/svg+xml;charset=utf-8,<svg height="735" width="1024" xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" version="1.1"/>)
La Comisión Europea para la Competencia publicó un comunicado en el que informaba que los servicios de Apple Pay eran anticompetitivos y que podían significar una infracción a las leyes de competencia de la Unión Europea.
Estas observaciones surgen luego de una profunda investigación, la que determinó que Apple no permite que otros desarrolladores puedan acceder al software y al hardware disponible para gestionar pagos a través de carteras o billeteras digitales.
La billetera del futuro
En la actualidad, los teléfonos inteligentes o smartphones son capaces de simplificar tareas del día a día. Puede ser a través de aplicaciones o aprovechando las capacidades físicas o de hardware del dispositivo.
En algunos países, los usuarios de Apple ya pueden acceder a la opción de pagos en el comercio a través de la aplicación Wallet. Todo gracias a la tecnología NFC (Near Field Communication), disponible en los equipos de la compañía de California.
Apple Pay y el ecosistema cerrado
Si hay algo que caracteriza a los productos de Apple, es lo cerrado -pero funcional- de su ecosistema. En cambio, los dispositivos que operan bajo el sistema operativo Android tienden a ser compatibles entre sí, sin importar demasiado quién es el que fabricó el equipo.
Esta naturaleza cerrada del ecosistema de Apple para muchos puede considerarse como un beneficio, ya que entrega una mayor seguridad de cara a sus usuarios. Sin embargo, este es precisamente el mayor problema que enfrenta la compañía; luego de las acusaciones de la Unión Europea.
De acuerdo a la UE, uno de los principales problemas radica en la imposibilidad de que usuarios de iPhone puedan pagar o enviar dinero a través de Apple Pay a usuarios de Android (Google Pay, Samsung Pay, entre otros) y viceversa; impidiendo que las personas puedan tener acceso a una experiencia de pago moderna, variada y competitiva.