¿Cómo está afectando la pandemia a los consumidores y consumidoras?

A principios de marzo se confirmó el primer caso de contagio por COVID-19 en Chile. Desde entonces, la propagación del virus ha tenido un impacto directo en el estilo de vida de los chilenos y chilenas. Dentro de las principales preocupaciones a nivel nacional, el impacto económico ocupa uno de los lugares más altos. ¿Cómo se han visto afectados los hábitos de los consumidores y consumidoras?

Este sentimiento está bastante lejos de ser al azar. La última encuesta mensual del Banco Central muestra un marcado pesimismo sobre las expectativas económicas. El pronóstico promedio de crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020 alcanzó apenas a un 1.2%, con una disminución del 3% en la formación bruta de capital fijo.

Según el estudio realizado por la consultora estratégica McKinsey&Company, la crisis derivada de la emergencia sanitaria ha contribuido a la instalación de un clima de inseguridad. Hoy en día, solo un tercio de la población se mantiene optimista y espera un repunte económico dentro de dos a tres meses. Por el contrario, el sentimiento predominante es la preocupación por la salud familiar y pública.

Las cifras de la pandemia

La encuesta realizada por McKinsey, desarrollada durante la primera quincena de abril, abarcó una muestra representativa personas mayores de 18 años. La investigación cifró en un 86% el porcentaje de chilenos y chilenas que están tomando medidas más cuidadosas con sus finanzas ante la crisis. 

Por otro lado, un 66% asegura haber visto disminuidos sus ingresos como consecuencia de la pandemia. Mientras que un 65% ha visto afectada incluso su capacidad de trabajar. Y, si bien el consumo de contenido como música y video a través de plataformas de streaming ha experimentado un aumento, otros rubros sacan cuentas menos alegres.

Según el mismo informe, el consumo de artículos como calzado, joyería y accesorios en general proyectan una disminución de más de 80 puntos para los próximos meses.

El método online: adaptándose a las necesidades de los consumidores

Los consumidores y consumidoras de país están, sin duda, sintiendo el impacto de esta crisis en sus ingresos y la seguridad laboral. Como resultado, están reduciendo el gasto y restringiendo las compras a elementos esenciales. La gran mayoría de estas transacciones  se trasladaron al formato en línea, especialmente para lo esencial del hogar y el entretenimiento.

Es claro que es cambio de paradigma conlleva dificultades propias. Al no existir la posibilidad de desplazarnos hasta una tienda y tratar directamente con un vendedor o una supervisora, recursos como el servicio al cliente deben abordar eficientemente los problemas que puedan surgir.

Puedes revisar el informe completo en el siguiente enlace.