Inteligencia artificial

Google ha comenzado a usar datos públicos para entrenar a sus IA

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Debido a un cambio de políticas recién implementada, Google usará información pública para entrenar a sus modelos de IA.

Google y el uso de datos públicos para entrenar sus IA.

Google ha implementado cambios en su política de privacidad que permiten el uso de datos públicos para entrenar y crear productos de inteligencia artificial (IA). Estos cambios, que entraron en vigencia el 1 de julio, reflejan el enfoque del gigante tecnológico en la mejora de sus servicios y el desarrollo de nuevas tecnologías para beneficiar a sus usuarios y al público en general.

Anteriormente, la política de Google solo hacía referencia al uso de información pública para entrenar “modelos lingüísticos” como Google Translate. Sin embargo, la actualización amplía esta disposición para incluir el entrenamiento a los modelos de IA en general. 

Esto implica que la empresa está cada vez más centrada en sus ofertas de IA y considera que el comportamiento de búsqueda del público es un factor importante para el desarrollo continuo de estas tecnologías.

Google ha incursionado en el campo de la IA en diversos aspectos, como las experiencias de compra impulsadas por IA, las funcionalidades de Google Lens y hasta un generador de música basado en texto. 

Ahora bien, uno de los ejemplos recientes más notables es el chatbot de IA de Google llamado Bard. Inicialmente no tuvo la respuesta esperada por la comunidad, pero finalmente ha alcanzado a otros chatbots existentes. Por otra parte, Google ha anunciado que pronto lanzará una experiencia de búsqueda basada en IA conocida como Search Generative Experience (SGE), con el objetivo de ampliar aún más su oferta en el mercado de la IA.

¿Qué sucede con la privacidad?

No obstante, el uso de datos públicos en el entrenamiento de IA ha generado preocupaciones en torno a la privacidad, la propiedad intelectual y el impacto en el trabajo y la creatividad humanos. 

El mes pasado, se presentó una demanda colectiva contra OpenAI, creadores de ChatGPT. Aquí se alegó que la empresa recopiló datos de manera indiscriminada y sin consentimiento o la compensación adecuadas.

El caso de Google también ha sido comparado con ClearView AI; empresa que desarrolló una aplicación de reconocimiento facial policial y responsable de recopilar millones de imágenes faciales de redes sociales y otras plataformas. En 2022, ClearView AI llegó a un acuerdo con la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU). Gracias a esto, se logró restringir el acceso a su base de datos empresas y particulares.

A medida que la IA continúa avanzando, es crucial abordar las preocupaciones éticas y legales asociadas con la recopilación y el uso de datos públicos. Las políticas actualizadas de Google son un ejemplo de cómo las empresas están adaptándose a medida que se desarrollan nuevas tecnologías. Aunque, también se reafirma la necesidad de mantener el equilibrio entre la innovación y la protección de la privacidad de las personas.

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