Evento sobre desarrollo digital

IV Summit País Digital, desafíos para alcanzar la productividad digital

Estrategia digital 5 min. de lectura

Asistimos a la cuarta versión de Summit País Digital para conocer algunos de los factores más relevantes al evaluar la productividad digital. En este artículo compartimos dos de los puntos más importantes de ambas jornadas: Big data y economía digital.

Durante los días 7 y 8 de septiembre asistimos al IV Summit País Digital, que en su versión 2016 estuvo enfocado en el concepto, desarrollo y alcances de la productividad digital. En ambos días, distintos profesionales y políticos asistieron para dar a conocer sus avances en las áreas competentes.

En esta ocasión, hemos destacado a dos speakers que dictaron pequeñas charlas relacionadas a la productividad, desde dos ámbitos distintos pero no contrarios: el big data y la economía digital.

Big Data, entregar valor a los datos y no al revés

El Dr. Bernard Meyerson, CIO (Chief Information Officer) de IBM enfocó su relato en cómo el uso de Big Data permite identificar factores de riesgo en pacientes de recintos hospitalarios que se encuentran en situaciones críticas, al mismo tiempo que ofrece un sentido de prevención al determinar síntomas de corrupción o fallas en sistemas o procesos que no son visibles actualmente.

Sin embargo, también realizó hincapié en lo importante que es comprender que almacenar data sin realizar un análisis posterior, no tiene sentido para ninguna institución, ya que la información de por sí no entrega respuestas de ningún tipo.

Esto quiere decir que la combinación de esfuerzos, tanto humanos como computacionales, debe destacar las habilidades de cada fase. Pues, si bien una máquina puede hacer una acumulación y categorización de elementos, sólo las personas pueden utilizar esa inteligencia artificial o accesible para interpretar y analizar en base al contexto y obtener insights de valor.

Economía digital y el futuro de la productividad

Richard Lester, Vicerrector de Massachusetts Institute of Technology (MIT), en tanto, analizó cómo el concepto de productividad digital ha variado durante los últimos años, y cómo las expectativas parecieran ser mucho mayores que los avances en estos temas.

En días en los que las grandes empresas desarrollan soluciones ligadas al Internet of Things, impresión 3D, vehículos autónomos, inteligencia artificial y otras tecnologías para impulsar el desarrollo económico del mundo, pareciera que la revolución digital no está enfocada precisamente en mejorar la productividad.

Mientras los dispositivos computacionales han cambiado el mundo a la largo del tiempo, al evaluar los índices de productividad mundiales no se observa ninguna relación con las tecnologías de información.

Al igual que en los casos de social media, podemos reconocer su uso en ámbitos personales como profesionales y empresariales; no obstante, aún no existen datos que respalden a estos canales como precursores de la productividad digital.

Sabemos que el crecimiento tiene dos fuentes principales: integrar a más personas a la fuerza laboral y convertir a las industrias en espacios de trabajo más efectivos y eficientes. En otras palabras, busca aumentar la productividad.

Una de las afirmaciones más destacadas del Vicerrector es que para lograr niveles de productividad positivos se deben implementar procesos de innovación que busquen crear nuevos productos y métodos que faciliten y optimicen los procesos de gestión constantemente.

Para lograr lo anterior, se debe eliminar la brecha relacionada al uso de tecnologías y al conocimiento digital y potenciar la proactividad en la fuerza laboral.

Si bien esta tarea puede ser un gran desafío, promover la educación continua o períodos de capacitación para todos los trabajadores al implementar nuevas soluciones digitales, abrirá espacios de desarrollo colectivo que promoverán buenas prácticas dentro del flujo de trabajo.

Finalmente, detalló que la revolución digital no está centrada en crear grandes descubrimientos, como sucedió con la revolución industrial o la invención del Internet. Sino que el objetivo de la productividad digital debe estar enfocado a la creación de nuevas soluciones en áreas de innovación, especialmente en temas investigación relacionados en mejorar la calidad de vida de las personas.

Según Lester, aún hay oportunidades para desarrollar de manera estratégica y consciente las iniciativas digitales, debido a tres factores: aún existen muchas áreas en las que es posible innovar, las soluciones digitales no están limitadas a una zona geográfica y pueden significar un gran aporte en el futuro de la investigación científica.

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En ambas jornadas se hizo evidente que el uso de mejores tecnologías requiere de un compromiso mayor por parte de todos los sectores para mejorar la calidad de vida de las personas.

Así como existen metodologías centradas en los usuarios, implementar disciplinas como la experiencia de usuario, el diseño de servicios o el diseño de interacción se vuelven una necesidad imperante al hablar sobre soluciones tecnológicas en áreas de salud, educación y servicios o procesos gubernamentales.

Asimismo, el uso de tecnologías cognitivas y la colaboración entre comunidades, empresas y gobiernos es esencial, no sólo para aumentar los conceptos de economía y productividad digital; sino que, debemos trabajar en conjunto y definir un plan estratégico que promueva la inclusión de todas las personas, sin importar sus capacidades, locación o estatus social, en la construcción de una sociedad que permita la equidad en el acceso a la información y el conocimiento.

Acerca del Autor

Investigamos las tendencias en proyectos y estrategias digitales para complementarlas con nuestra experiencia en artículos informativos. Nuestro objetivo es aportar al desarrollo del área, discutiendo la efectividad de las tecnologías y técnicas aplicadas.

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