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Design Ops: ¿Por qué debemos operativizar el diseño de experiencias?

Como civilización hemos vivido al menos dos revoluciones industriales y una tercera que está netamente relacionada al impacto de la tecnología. Respecto a la última, tenemos muy por seguro que es la responsable de tener un mayor impacto en el mundo que habitamos hoy en día. Además, podemos visualizar las consecuencias en la forma en que trabajamos y en cómo nuestras empresas se organizan. Buscar formas de operativizar nuestro trabajo ha sido una constante en los últimos siglos. 

Contexto histórico

Impulsada y promovida por la máquina de vapor tuvo lugar la Revolución Industrial. Ésta, a su vez, dio nacimiento a la Segunda Revolución Industrial, gracias a la explosiva producción de combustibles fósiles y, por lo tanto, energía eléctrica. Lo anterior, derivó en una producción masiva de bienes manufacturados en la primera década del siglo XX y en la revolución que le sucedería. 

Así llegó la llamada “Tercera Revolución Industrial” o “Tercera revolución tecnológica”, acuñada así por Jeremy Rifkin y avalada por el Parlamento Europeo en una declaración formal en 2006. Ésta ha sido la que hemos visto impactar con mayor fuerza en nuestro mundo contemporáneo y, siendo observada de cerca por quienes trabajamos en industrias digitales. 

En ese contexto, está la conocida “globalización” y que se aprecia en gran parte de los aspectos de lo que hoy vivimos y comprendemos como sociedad: El comercio internacional, el desarrollo y la inversión en nuevas tecnologías son características de ella; así como el avance de las tecnologías de comunicaciones, el gran desarrollo, el uso de Internet, como también el de energías renovables. 

Por su parte, y desde una mirada económica, entendemos a la producción como la actividad que aporta valor agregado por creación y suministro de bienes y servicios. Esto no solo se refiere a la elaboración o fabricación de los objetos físicos, sino que también se asocia a la provisión de servicios (médicos sanitarios, enseñanza, espectáculos, restaurantes, etc.). Así, los servicios constituyen la mayor parte de la producción total de los países industrializados.

Es en este contexto y en una cultura determinada por realidades como la producción masiva, un mundo sin barreras y las comunicaciones como eje principal, las empresas se han visto enfrentadas a nuevos desafíos, y los “DevOps” han llegado como una manera de abordarlos. 

Operativizar el diseño 

La palabra “DesignOps” muestra como la multidisciplinariedad se ha establecido con un ritmo distinto fuera de las industrias digitales o que no nacieron como nativas digitales. Así, se esperaría que el DesignOps ocupara otro lugar dentro de las organizaciones, pero lo cierto, es que suelen presentarse como un rol de apoyo en el marketing y negocio principal, posicionándose en áreas de diseño o de tecnologías de información. 

Fue de hecho en dichas áreas donde nació la primera ola en la internalización de la práctica del diseño.  El término OPS proviene de “operación” y la descripción más concisa la da NNGroup:

“La práctica de las operaciones de diseño se centra en procesos y medidas que ayudan a los diseñadores a crear diseños consistentes y de calidad”.

OPS designa el conjunto de procesos operativos que ayuda a responder las siguientes preguntas: 

La tarea de configurar OPS es interna y, es el dominio de la gestión de proyectos, productos y servicios. Aunque, no solo un propietario de producto, sino cómo trabajamos juntos, ya que, es un tema para todo el equipo.

En ese contexto, el DesignOps es un intento de operativizar el diseño dentro de nuestra organización; lo que dependiendo del tamaño de la empresa, estará a cargo de una sola persona o de un departamento que gestione este proceso .

Más allá de eso, su objetivo principal será siempre el mismo: Establecer un proceso de diseño altamente eficiente que genere resultados de alta calidad. Finalmente, recordemos que el DesignOps genera beneficios para todas las personas que participan en los proyectos y, no únicamente para los diseñadores.

Cómo entregamos valor a la organización

Para comenzar a incorporar DesignOps en nuestras organizaciones, debemos centrarnos en tres preguntas: Cómo trabajar juntos, cómo lo realizamos y cómo éste genera un impacto.

En un panorama donde los equipos de diseño crecen continuamente en tamaño, el trabajo de UX es cada vez más solicitado y la complejidad de nuestros procesos de diseño se dispara. Podría decirse que, en ese contexto, DesignOps llega tarde y es momento de comenzar a incorporarlo rápidamente como eje articulador de cambios organizacionales.

Una buena forma de entender esto es en las palabras que entrega la certera metáfora de NNGroup sobre el valor del diseño en las organizaciones:

“Es el pegamento que mantiene unida a la organización de diseño y el puente que permite la colaboración entre los miembros del equipo interdisciplinario.”

Podemos ver como resulta evidente que la forma en la que trabajamos juntos, la forma en la que hacemos nuestro trabajo y la forma en la que finalmente éste genera impacto, debe ser diseñada de forma intencionada e inteligente. 

Recomendaciones para operativizar

Tal como revisamos en nuestro último workshop, te recomendamos tener en cuenta los siguientes conceptos antes de empezar a operativizar el diseño de tu organización:

De alguna forma u otra, todas las organizaciones necesitan DesignOps como parte medular de su trabajo y con un mundo avanzando a pasos agigantados en tecnología y digitalización, conviene incorporarlo más antes, que tarde.