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Van 25 años de la web y ya es sabido que las conversaciones son la razón de ser de los sitios, aplicaciones y otras plataformas digitales. En este mismo sentido, el diálogo que generen los usuarios con una interfaz es parte fundamental del diseño de interacción, esencia de toda experiencia de usuario.
Si una plataforma digital es incapaz de comunicar al usuario su utilidad y relevancia, es más complejo aún que pueda convencerlo de realizar acciones orientadas a los objetivos estratégicos. Es por eso que el contenido persuasivo marcará la diferencia entre una plataforma funcional y una que convenza, creando una relación emocional con los usuarios.
¿Cuáles son los pilares del diseño de interacción?
Antes de explicar cómo se crea el contenido persuasivo, es importante entender los objetivos principales del diseño de interacción:
- Diseñar para cumplir objetivos, ya sea solucionando necesidades del usuario o guiando sus acciones comerciales.
- Crear plataformas usables, maximizando la sencillez en las operaciones del usuario.
- Facilitar la interpretación de elementos que permitan realizar una acción.
- Propender el aprendizaje rápido e intuitivo, minimizando las operaciones mentales conscientes.
- Asegurar un tiempo de respuesta que elimine la incertidumbre al interactuar con un elemento.
El lenguaje es fundamental para el diseño de interacción
Al diseñar plataformas digitales interactivas, tarde o temprano se termina afectando la forma en que se presentan, distribuyen y optimizan los contenidos, especialmente, cuando hablamos de llamados a la acción con un espacio reducido que complejiza aún más su producción.
El lenguaje usado para la redacción de llamados a la acción es un elemento esencial que asegura la interacción de los usuarios. De acuerdo a la guía “Interaction design best practices: Mastering the tangibles” de la empresa UXPin, las cinco claves fundamentales para construir mensajes persuasivos son:
La claridad es la primera prioridad:
Uno de los objetivos fundamentales del contenido persuasivo es eliminar cualquier tipo de ambigüedad. La confusión puede convertir una propuesta valiosa para los usuarios en un producto que nadie usa, para reducirla puedes tomar las siguientes medidas:
- Ser específico: Expresa en los botones de un formulario exactamente lo que provocará la interacción,por ejemplo, enviar una solicitud o suscribirse a un newsletter. Los títulos de las páginas, las bajadas y las ofertas también deben reflejar claramente su propósito.
- Evita la jerga: El lenguaje debe ser lo más transversal posible, al agregar palabras de nicho se reducen los usuarios que podrán entender una instrucción o invitación.
- Lo importante primero:Debes comenzar con las palabras más importantes, sin comprometer la estructura lógica de las oraciones.
- Utiliza economía del lenguaje: La clave es informar una oferta, convencer de su utilidad y orientar una interacción.Todo lo demás es accesorio.
No priorices la personalidad:
Si bien la diferenciación y la identidad son puntos a favor al desarrollar contenido para sitios web, esta no debe confundir al usuario. Los mensajes deben ser atractivos y llamativos, pero priorizando la claridad. Por ejemplo, un botón que diga ” enviar” será más efectivo que uno que diga ” conversemos”, ya que el primero expresa una acción directa que ocurrirá una vez que se haga click.
La conexión emocional en la extensión:
Es común considerar que en la web las personas no leen. La regla general es reducir lo más posible el texto que acompaña cualquier interacción. Sin embargo, cuando se logra una conexión emocional el contenido que acompañe la construcción de un relato puede hacer la diferencia. Un texto largo será efectivo siempre que conecte con los usuarios y tenga un objetivo claro.
Aprovecha los patrones de lectura humanos:
Los textos extensos tienen mala reputación por la forma en que generalmente se presentan. Una buena estructura, organización de los contenidos y tipografía adecuada apoyarán los patrones naturales de lectura, ayudarán a los usuarios a leer los textos.
Ten siempre presente la importancia del contenido secundario:
Los textos de los botones, las instrucciones y los mensajes de ayuda o advertencias, entre otros, son parte del contenido secundario. Con pruebas de usabilidad puedes identificar los puntos donde es necesario incluir un texto explicativo. Lo importante es saber qué decir y cuándo decirlo, siempre pensando en ayudar a los usuarios a realizar tareas de forma correcta, resolver sus dudas y aliviar sus preocupaciones.
El contenido persuasivo bien diseñado guiará a tus usuarios a realizar las acciones que te has propuesto como objetivos del proyecto digital, mejorando la efectividad de la estrategia y tus resultados.