Especial IDA

El futuro está en una Internet Feminista

Seguridad 4 min. de lectura

Navegar y adquirir tecnologías pensadas para todas y todos. Sin violencia. Te explicamos por qué el tecno y ciberfeminismo acabará con la violencia online y creará tecnologías inclusivas en el siglo XXI.

Especial ida: El futuro está en una Internet Feminista

Sabemos que las virtudes de Internet son muchísimas. Permite acceder a diferentes contenidos que circulan desde todas partes del mundo y gracias a ello, podemos conocer a otras personas, nuevas realidades, interactuar y generar lazos de amistad que geográficamente serían imposibles. En solo segundos, podemos encontrar lo que buscábamos y también pueden encontrarnos a nosotras de vuelta.

Pensar en Internet como un espacio seguro genera muchos conflictos. No podemos cuantificar sus peligros. Inclusive, hay veces en que desconocemos si estamos o no siendo vulnerados. El mayor desafío que nos da Internet es comprobar si tras cada usuario y sus fotografías, existe realmente la persona que se muestra en el perfil. A veces, nos sorprendemos de mala forma, encontrando no sólo una persona diferente, sino muchas.

Por eso, incorporar el ciberfeminismo y promover una Internet feminista, son parte del futuro que debe adoptar la web para que logre convertirse en un espacio seguro y disponible para todas y todos.

El ecosistema digital actual

Castells, en el año 2000, ya señalaba que las conductas offline se intensifican en el espacio online. Casi 20 años después, nos encontramos en un ecosistema digital que nos demuestra cómo los diferentes tipos de discriminaciones -como el machismo, racismo, xenofobia- adquieren mayor fuerza tras la pantalla dándole la razón.

El anonimato, que muchas veces nos protege, es también uno de los mejores amigo de la violencia online. Internet está llena de armas de doble filo, lo que ha llevado a la necesidad, de crear un nuevo ecosistema web. Diferentes organizaciones activistas por los derechos digitales, defienden la necesidad de lograr una Internet feminista, en la cual la marginación no existe. Y claro que es necesario.

Una Internet feminista

El 2016, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) publicó la 2da Versión de Principios para una Internet Feminista, en la cual recopilan 17 prácticas para lograr una Internet feminista, pluralista y segura. Los principios, divididos en cinco grandes temáticas, no se enfocan únicamente en proteger a la mujer y comunidades LGTBI+ en Internet, es mucho más que eso. Nos permite pensar en la Internet que queremos.

La necesidad de hacer y participar de una Internet feminista, permite lograr que Internet sea un espacio donde las minorías sean consideradas y disminuya la violencia online. Sin embargo, al 2019, sabemos que eso no es suficiente.

La incorporación de nuevas prácticas no penetra en cómo los sistemas son pensados desde la diferencia. Por eso, adquirir estos comportamientos, debe ir de la mano de nuevas infraestructuras. Una Internet feminista contempla accesos, movimientos y participación política, económica, de expresión y agencia. Defiende el anonimato, la privacidad de datos, la memoria, y a las niñas, niños y jóvenes.

Pero los discursos no son suficiente, también es necesario cambiar las tecnologías.

Tecno y ciberfeminismo

La brecha de género digital, es un reflejo aumentado de las diferencias sociales que enfrentan mujeres y comunidades LGTBI+ en el plano offline. Los territorios digitales responden a la violencia y exclusión de los espacios reales. Si no somos representadas en los espacios físicos, difícilmente las tecnologías digitales pensarán en nosotras.

De eso intentan hacerse cargo los movimientos tecno y ciberfeministas del mundo. Reconociendo las diferencias de género y su traspaso al espacio digital, abordan temáticas de software y hardware feminista. Desde el sistema al objeto.

¿Por qué ser tecno y ciberfeminista?

Hablar de ciberfeministas es hablar, en general, de ciberactivistas. Su trabajo, enfocado en  la alfabetización digital, producción de recursos tecnológicos de software libre, creación de redes y aplicaciones, nos demuestra qué es lo que necesitamos para acceder a tecnologías y conexiones igualitarias.

Eso es lo que necesitamos. Ser UX o UI, podría ser lo más cercano a ciberfeminismo que podamos llegar. El mensaje es entender que las tecnologías deben ser pluralistas y abiertas al cambio. Las infraestructuras feministas, y el feminismo de por sí, nos pone de la vereda de la inclusión e intenta igualar la relación entre poder y tecnología para que todos tengamos acceso en igualdad de condiciones.

¿Podría haber algo mejor?

Acerca del Autor

Investigamos las tendencias en proyectos y estrategias digitales para complementarlas con nuestra experiencia en artículos informativos. Nuestro objetivo es aportar al desarrollo del área, discutiendo la efectividad de las tecnologías y técnicas aplicadas.

Agregar un comentario