Metodologías ágiles y su aplicación en proyectos digitales

Al hablar de metodologías ágiles, muchos pueden asociar el nombre con conceptos como improvisación, cambios o poco control, pero la verdad es que se refiere a todo lo contrario. Este tipo de sistemas se basa en la coordinación de tareas con el objetivo de aumentar la eficiencia de las personas involucradas en un proyecto.

Tal como lo explica su manifiesto, para que una metodología sea considerada ágil, se debe valorar:

• Los individuos y su interacción por sobre los procesos y las herramientas.
• Software que funciona por sobre la documentación exhaustiva.
• Colaboración con el cliente por sobre la negociación contractual.
• Respuesta al cambio por sobre el seguimiento de un plan.

En este modelo de trabajo, el cliente o usuario tiene un rol clave, por lo que el enfoque del proyecto debe estar dirigido hacia ellos.

Principales metodologías ágiles

Antes de escoger una metodología, debes revisar los objetivos a cumplir, ya que esto indicará cuál será la más indicada. En proyectos digitales, existen tres sistemas principales:

• SCRUM: Corresponde a un marco de trabajo con herramientas y roles, donde el progreso se observa en forma iterativa. Está indicado para proyectos con entornos complejos que necesiten obtener resultados en poco tiempo y tengan requisitos cambiantes o poco definidos.
• Kanban: Se basa en el modelo WIP (work in progress). Instaura un flujo de trabajo constante en el que se destacan las acciones más relevantes y se indican los pendientes, permitiendo un seguimiento pasivo para no interrumpir las tareas actuales del equipo. Sus pilares son calidad perfecta, minimización de pérdidas, mejoras continuas, flexibilidad y mantenimiento a largo plazo.
• XP: Está centrado en el feedback continuo entre el cliente y el equipo de desarrollo, por lo que es ideal para proyectos con requisitos muy cambiantes e imprecisos, donde existe un alto riesgo técnico. Busca potenciar las relaciones interpersonales, promoviendo el trabajo con otros profesionales y el aprendizaje.

¿Cómo utilizamos las metodologías ágiles en IDA?

En IDA usamos principalmente la Metodología Centrada en el Usuario, la cual define etapas de trabajo en una rueda. También aplicamos varios procesos ágiles que hemos desarrollado con nuestros propios términos, como por ejemplo, la Formulación de Objetivos y Puntos de contacto.

El haber adaptado y adoptado componentes básicos para que el flujo de tareas de cada área se desarrolle con mayores grados de autonomía y rapidez, nos ha permitido simplificar los procesos de maquetación front y programación. Sin embargo, el trabajo de arquitectura de información y diseño son necesariamente más estructurados.

La integración de los clientes en el trabajo es una exigencia delicada. Aún existen personas que no comprenden que su participación no se limita sólo a contratar una consultora, sino que deben saber de qué trata el proyecto, como están definidas las etapas y cómo sus decisiones afectarán los objetivos iniciales. Durante todo el proceso, una de nuestras tareas centrales es velar porque la experiencia de usuario no sea sacrificada.

Gracias a este tipo de metodología, podemos resumir en tres pasos la consolidación de los objetivos:

• Reunión con cliente para realizar el ejercicio de formulación.
• Definición acabada, realizada con la orientación de un consultor UX.
• Entrega online con la formalización de los objetivos para la aprobación del cliente.

De esta forma, las metodologías ágiles nos permiten acortar tiempos y tomar decisiones. Independiente de la cantidad de personas que participen en los ejercicios, el sistema nos guiará y reducirá el riesgo de desviaciones y la necesidad de iteraciones, permitiéndonos ofrecer siempre resultados concretos y en los plazos estimados.