Vamos a partir con una primera premisa. Es absolutamente imposible medir y evaluar todos los flujos, interacciones, contenidos y diseño en un solo test de usabilidad. Por esto, debemos sacarnos de la cabeza que con un simple test al finalizar el proceso, nuestro trabajo ha terminado y obtendremos una experiencia significativa.
Bajo este marco, desde el cual aceptamos que hay elementos que no podremos medir ni evaluar, es donde deberemos priorizar e identificar cuáles son esas cosas que tenemos que evaluar. Con esto claro, debemos ponernos de acuerdo respecto a los alcances de esa evaluación, la forma de realizarla y los tipos de usuarios que nos apoyaran en la evaluación.
Ahora, debemos pasar al proceso de decisiones. En este, suelen estar involucrados –adicional a los equipos de investigación en experiencia de usuarios-, los equipos de diseño, los equipos de desarrollo, el área comercial, y por supuesto, nuestra contraparte, el cliente. Este último, es el encargado de visar los aspectos a evaluar, debido a que suelen calzar con los objetivos de la organización.
De objetivos de investigación a tareas concretas
Al momento en que los objetivos están definidos y por tanto, los elementos a evaluar en el test de usabilidad, se vuelve necesario traspasarlos a tareas. ¿Cuál es el objetivo de esto? De esta forma la actividad puede ejecutarse dentro del entorno digital evaluado; de este modo, también puede ser medido.
Además, es importante considerar ciertos indicadores que están definidos internacionalmente. Éstos, nos permiten tangibilizar nuestra evaluación con parámetros existentes y previamente utilizados.
La ISO 9241-11:2018 señala el uso de al menos tres indicadores para nuestras tareas de test de usabilidad:
- Eficacia: Tiene que ver con la posibilidad de finalización de una tarea y su exactitud. Cuando un objetivo no puede ser logrado, perjudica la eficacia del sitio o producto.
- Eficiencia: Tiene que ver con los recursos empleados para alcanzar el objetivo, estos pueden ser entendidos como esfuerzo físico, mental, material u económico.
- Satisfacción: Responde a cómo el objetivo evaluado cumple y satisface las necesidades y expectativas de los usuarios.
Teniendo esto en consideración, es que podemos empezar a plantearnos cómo serán nuestras tareas y qué dimensiones pueden abarcar. Podremos priorizar y jerarquizar estos indicadores. Por ejemplo, evaluando los flujos de interacción más relevantes, que elementos asociados al diseño visual o al estilo y tono del contenido; o a la inversa, según la necesidad del proyecto.
¿Cómo deben ser nuestras tareas?
Las tareas deben ser accionables por parte de los usuarios, es decir, deben implicar una acción que ponga a prueba nuestro sitio web, plataforma o producto digital. Para esto es estrictamente necesario que estén redactadas de manera de contextualizar brevemente, y al mismo tiempo indicar una orden y un objetivo.
En nuestra experiencia en {ida, preferimos separar el contexto de la tarea principal. Para esto, debemos aclararlo al momento de realizar la tarea y sus subtareas. Posteriormente, es importante indicar cuales son los objetivos que debe realizar. A continuación ejemplifico:
Contexto: Usted quiere ver una película y necesita acceder a la cartelera de cine en este sitio web para identificar la película y sus horarios.
Tarea 1: Por favor acceda a la película e identifique los horarios en que será exhibida.
Una tarea de ese estilo nos permite identificar las rutas de acceso a la información, las rutas preferidas, los motivos de estas rutas, la velocidad con que se recorre, los esfuerzos cognitivos involucrados, la comprensión del contenido, la idoneidad del diseño y tantos otros elementos.
A esta tarea principal podemos sumar una serie de tareas secundarias, las cuales han de ser de menor nivel de complejidad y estar contenidas o ser dependientes de la tarea principal.
Un último consejo de cara a la elaboración de tareas para un test de usabilidad es intentar plantearnos qué tipo de resultados tendremos, por lo tanto como los manejaremos de cara a nuestro cliente y a la generación de insights relevantes. Es muy distinto tener un set de porcentajes de cumplimiento de tareas, a un listado de conceptos y contenidos difíciles de comprender para nuestros usuarios. Es decir, vale la pena preguntarnos antes del test, ¿Qué información voy a estar generando?
Metodologías de gran valor
Los test de usabilidad son un tipo de prueba cada vez más cotidiano y utilizado. Sin embargo, un mal diseño de sus tareas puede generar problemas en la generación de insights y en la identificación de oportunidades de mejora para nuestras plataformas digitales.
Referencias:
Test de usabilidad: Identificando mejoras con nuestros usuarios – Blog IDA
Ergonomics of human-system interaction — Part 210: Human-centred design for interactive systems – ISO
Measuring usability: are effectiveness, efficiency, and satisfaction really correlated? – Research Gate
Definición de Usabilidad – Nacho Madrid UX